De grandes y maravillosas nubes blancas bajamos de este cielo inconfundible para ver... este mundo que antes fue otro.
"?Ah! Las tierras de Lyran... Un lugar fascinante y lleno de vida, muchas vidas de hecho, ?incontables especies y razas! Aunque muchas cosas aún no han sido descubiertas... Mi nombre es Joap, encargado del observatorio mágico, ?un gusto en conocerlos! Y espero disfruten mi directo", mencionó una voz aguda y anciana, con un tono ligeramente tembloroso, sabio y emocional.
"En este mundo hay criaturas muy extra?as, algunas legendarias, otras peligrosas, como los fantasmas, los yorkens y demonios... 'suspiro' los demonios... Seres muy malvados y raros. En la Edad Oscura se necesitó una cantidad gigante de exorcistas para desaparecer a la mayoría. Aunque, de todos esos exorcistas, hubo uno en particular que llamó mi atención, llamado Velo Jim. Se dice que tenía una familia y decidió volverse exorcista para protegerla, aunque nunca dejó que le tomaran una sola foto de su rostro... Pero bueno, eso fue hace 120 a?os. Espero no estarte aburriendo con todo lo que digo... A los científicos como yo nos gusta mucho hablar... Igualmente, lo siento... Ahora les contaré sobre los ?paladines! Increíbles personas con un nivel de magia y fuerza altísimos, ?son muy importantes! Atrapan a los criminales, detienen catástrofes, enfrentan a seres como los que te conté, que aparecen para destruir la paz, y mantienen el orden en la Grieta del Mundo y en la entrada de Sisifelia. Algunos paladines se mantienen solos, a otros les cuesta tener una familia, algunos no pueden tenerla y, claro, otros la pierden... Hace poco conocí a una paladina de ese reino de baja tecnología, se llamaba Lin, la madre del chico con magia de lava. ?Esa mujer tiene magia de luz! Increíble, ?cierto? Me pregunto qué estará haciendo ahora mismo" Luego de estas últimas palabras, pasamos por varias nubes en lo alto del cielo para luego bajar a gran velocidad hasta llegar al reino de Ystir.
Una mujer de ojos rojos y cabello amarillo estaba llegando al reino por la puerta del sur, en un carruaje como los de Ystir, manejado por un hombre de traje negro. "Me pregunto dónde estarás, Louis...", pensó mientras analizaba con detenimiento el reino y a las personas en él.
*Agencia PT*
"?Vamos, se?ores! Quiero todas las cosas en completo orden", expresó Mei con firmeza mientras cargaba una caja en sus manos. Además, Clara flotaba en su hombro derecho. La agencia estaba en mucho movimiento, todos los científicos y otras personas estaban preparando muchas cosas. Además, se podía ver a Xitlari cargar la cápsula con el quiritanidas.
Acercándose Ann con emoción a Mei, dijo: "?Finalmente volveremos a ser paladines!".
Luego, Clara se puso frente al rostro de Ann, haciéndola sonreír. Clara parecía muy emocionada, dando vueltas.
"Eso deseo también... Esperemos que este nuevo sacerdote no sea como el anterior. Ponla afuera con las demás, por favor", comentó Mei, dejando que Ann llevara la caja con su magia de viento amarillo.
"Sí, no te preocupes". Ann se dirigió a la salida, mientras que Mei regresó a su oficina.
"?Están listos?", preguntó Mei al entrar a la oficina. Mern y Mark se encontraban preparándose. Kassie estaba sentada en el sofá con la mirada al suelo; vestía una camisa blanca de cuello alto con botones en la parte del cuello y, encima, un chaleco negro, además de llevar hombreras y guantes de plata.
"?Siempre estoy listo!", respondió Mern, parando su calentamiento.
"?Igualmente!", agregó Mark, levantándose del suelo y poniendo su mano derecha en su frente.
"?Kassie? ?Pasa algo?", dijo Mei al verla un poco decaída y nerviosa.
"?En serio cree que yo sea buena para esta misión? Xitlari sería de más ayuda... o Louis", respondió Kassie con preocupación, mientras movía sus manos con nervios.
"Louis es un testigo y Xitlari no es buena peleando en lugares cerrados. Tú eres perfecta por si empieza a derrumbarse ese lugar, gracias a tu magia de agua y hielo", mencionó Mei, tratando de convencerla y sentándose a su lado.
"Pero... me da pena que me vean en mi otra forma", susurró Kassie en el oído de Mei.
"No te preocupes, solo usa magia de hielo", respondió Mei con comprensión, tocando su cabeza.
"?Y si la riego? Yo no soy una paladina como ustedes".
"No lo harás, ya verás. ?Sé más positiva! Tú has exorcizado muchos seres malignos", Mei se levantó del sofá y tomó su cimitarra, la cual estaba en su escritorio. "?Esto será pan comido!" Agregó con una ligera sonrisa.
Afuera, frente a la agencia, se encontraban tres autos (uno plateado y dos negros) con muchas cajas de cartón apiladas, las cuales parecían tener solo papeles dentro de ellas. Algunos de los investigadores las acomodaban perfectamente. Además, se veía a Xitlari metiendo la cápsula con el quiritanidas en los asientos de atrás del auto negro. Luego, una mujer de lentes y cabello negro con un mo?o lanzó un cubo encima de las cajas y, en pocos segundos, el cubo cubrió todas las cajas con un material de color morado.
"?Perfecto, muchas gracias por su gran trabajo!", mencionó Mei, saliendo de la agencia con Mern y Kassie detrás de ella. Kassie todavía parecía un poco insegura.
"Ahora va esto...". Mei lanzó un peque?o frasco lleno de un líquido celeste que, al romperse encima del cubo, lo volvió muy peque?o.
"Aquí tiene, Mei", mencionó la mujer del cabello negro con un mo?o, entregándole un control y el cubo.
"Te agradezco mucho por todo lo que ha hecho tu equipo, Nila", expresó con su voz dulce, tomando el control y dándole un abrazo a la mujer.
"Gracias a ti por elegirnos, y espero nos elijas otra vez", comentó Nila, respondiendo al abrazo.
"Cuenta con eso. ?Amigos! Agradezco mucho toda la cooperación, esperemos que todo este esfuerzo valga la pena. Ahora, en mi auto irán Louis, Xitlari, Mari y yo. En el segundo auto irán Ririam y Ann, llevando la cápsula del quiritanidas con ellos. Y en el último auto irán Mern, Mark, Kassie y Marti", mencionó Mei, mientras todos escuchaban con atención y Louis salía de la agencia, ayudando a Mari a bajar las escaleras de la entrada.
"Recuerden no ponerse nerviosos. Nosotros tenemos la verdad... ?Adelante!" Con su última palabra, todos subieron a los autos, preparándose para ir hacia el palacio. "Canbel... te lo encargo", mencionó Mei antes de subir a su auto.
"?Sí, jefa!", respondió Canbel con determinación.
Luego, todos se marcharon en los autos, quedando los investigadores, Nila y Canbel observando su partida.
En la puerta del oeste, estaba llegando un carruaje blanco con orillas doradas y ruedas de plata, con un cristal rojo en medio de cada una. Este carruaje era igual al que usó el sacerdote Krief cuando llegó a buscar a Louis.
Dentro del carruaje estaban cuatro líderes: la paladína Gladys Maxxui, Edgar y el nuevo sacerdote... Yang Angel, quien vestía una túnica larga y amplia de color blanco. Además, sobre esta prenda llevaba una capa o kimono negro con líneas doradas. Sus ojos eran azules intensos y su cabello era largo, blanco y ondulado, cayendo en mechones sueltos a los lados de su rostro. Usaba un collar dorado con forma de infinito y cuentas doradas en su cuello, también un anillo de plata en su dedo medio. Además, llevaba una estola blanca con detalles dorados en las mangas y hombros.
"?Creen que podamos ver al chico ese también? Me gustaría conocerlo en persona", comentó Yang con una voz tranquila y moderada, con un tono despreocupado.
"Si quieres, podemos buscarlo luego de la reunión", respondió la líder de avanzada edad, con su voz tranquila y dulce.
"Seguramente esté con Mei, ella dio su recomendación después de todo", agregó el líder del largo cabello amarillo con una voz confiada que parecía contener su emoción.
"Me sentiré un poco incómodo si está él", pensó Edgar mientras Yang seguía hablando con los líderes.
"A mí también me da curiosidad conocerlo. Espero sea la clase de persona que Rei me describió", dijo Gladys con su cálida, profunda y resonante voz. "Además... ?será que Rei sí sabe entrenar? Quiero verlo yo misma", pensó con una sonrisa mientras miraba por la ventana a la gente caminando por la acera.
*Afueras del Palacio del Rey*
Los tres autos habían llegado al palacio. En la entrada estaban dos caballeros que abrieron la puerta sin rechistar al ver a Mei en el auto. Los tres autos entraron y fueron estacionados en una parte donde estaban varias líneas doradas que tenían dibujados varios objetos tecnológicos. El frente del palacio tenía una gran puerta de madera con más adornos tecnológicos. A la izquierda y derecha de la puerta había varios árboles largos y peque?os. El color del castillo era verde limón y había varias cornisas de color azul grisáceo. Había ventanas peque?as y grandes. En lo más alto, en medio del palacio, estaba un gran círculo cubierto con una tapa metálica con la letra "Y" en grande.
Reck estaba cruzado de brazos con su armadura completa y tenía una gran espada a su lado. Esta era de color negro con una esmeralda en forma de pentágono incrustada antes de llegar al mango. él estaba esperando al lado de uno de los árboles que estaban cerca de la puerta y, cuando los vio llegar, corrió hacia ellos, tomando su espada.
"?Sigue dormido?", preguntó Mei al bajar del auto, mientras los demás bajaban también.
"Claro, hay que aprovechar que Rays está durmiendo también. Parece que no ha dormido bien últimamente, tiene grandes ojeras. No tengo idea de lo que le pasa", respondió Reck con una expresión seria, poniendo el filo de su espada en el suelo.
"?No has visto a Susana?", agregó Mei, sospechando de lo que pasó.
"?Quién es Susana?", Reck frunció el ce?o, totalmente confuso por la pregunta.
"Acaso...", pensó. "No importa, ya hablaremos con él. Kassie... Tú puedes hacerlo, no tengas miedo". Mei se acercó a Kassie y puso ambas manos sobre sus hombros, sonriéndole con dulzura.
"Sí, haré lo mejor que pueda", exclamó Kassie, asomándose y logrando esbozar una sonrisa.
"Bien... Síganme, es hora de acabar con esto", dijo Mei dirigiéndose a la puerta del palacio. Todos la siguieron, excepto por Reck, Mern, Mark y Kassie.
"Hay que encontrar el oro antes de que la reunión termine... Y por lo que veo, ya llegó el nuevo sacerdote. ?Rápido, vengan!", mencionó Reck rodeando el palacio luego de ver el auto de la iglesia, mientras Mern, Mark y Kassie lo seguían.
*Habitación del Rey*
Jens estaba en la cama roncando, con un poco de baba en su boca. De pronto, con un gran golpe, la puerta se abrió y chocó con la pared. Apareció Rays agitado y, apenas vio a Jens en cama, frunció el ce?o y presionó sus manos y dientes. Se acercó a Jens, lo tomó de su camisa y lo movió de un lado a otro para despertarlo.
"?Despierte, idiota! ?El nuevo sacerdote está aquí, es urgente!".
"?Eh, ?qué?! ??Cómo que está aquí?! ?No informaron nada! ?Y deja de sacudirme!", dijo Jens, sorprendido y alterado al escuchar a Rays, mientras lo seguía moviendo de un lado a otro.
"?Prepárese! Puede que Mei esté involucrada en esto" Rays paró de sacudir a Jens y lo apuntó con su dedo para luego salir de la habitación.
"?Maldición! ?Caballeros! ?Caballeros?...", gritó Jens, pero nadie llegó... Y tuvo que buscar su ropa él mismo y vestirse para la reunión. Luego se dirigió a la sala de reuniones mientras se acomodaba su camisa. "Desgraciados... Les quitaré el rango a todos ellos cuando termine esto" Al entrar a la sala de reuniones por una puerta doble, todos pusieron su mirada en él. Debido a esto, se quedó totalmente inmóvil.
Esta sala era muy espaciosa. Tenía dos puertas para entrar y salir, además de una gran mesa rectangular con un aparato holográfico en medio. Las paredes eran de color rojo y, en la parte inferior, tenían un zócalo con boiserie marrón. A la derecha de la mesa había seis ventanas largas con marcos blancos, y el techo era de color marrón.
La mesa tenía asientos para doce personas. Frente a Jens estaba el sacerdote Yang, los líderes y Gladys. Al otro extremo estaba Mei, sentada con Calara flotando en su hombro derecho. Los demás estaban detrás de ella, al lado de la otra puerta de la sala (la cual también era doble), y a la derecha de Mei estaba un chico que se sentó luego de ver al conde Jens llegar a la sala. Su cabello era azul oscuro, alborotado y con mechones desordenados. Además, tenía tres trenzas en la parte de atrás de su cabeza, y una de ellas estaba puesta entre su pecho. Usaba una capelina azul oscuro con ribetes dorados, adornada con una cadena dorada gruesa que cruzaba su torso, enganchada a broches metálicos. En el cuello salían dos solapas altas, también con ribetes dorados. Bajo la capelina usaba una camisa celeste y azul. La manga del brazo derecho era celeste y la del izquierdo, azul. Bajo esta camisa tenía un chaleco negro de cuello alto con un botón de plata en el cuello. En la parte del abdomen, parecía tener los botones del chaleco al lado de donde está su corazón en vez de en medio, y en la parte de la cintura, a su derecha, salía una solapa. También tenía un cinturón ornamentado y su pantalón era azul oscuro. Además, una cadena salía del cinturón y terminaba en la parte trasera del mismo. En su mano derecha tenía un brazalete celeste con orillas azul oscuro, y en su mano izquierda llevaba un guante tecnológico azul plateado.
"Conde Jens, tome asiento, por favor", mencionó el sacerdote, haciendo un gesto con su mano.
"E... Sí... Claro, gracias", Jens tomó asiento en la gran mesa rectangular sin poder ver a nadie directamente.
"Buenas tardes a todos", expresó Rays con seriedad luego de entrar a la sala y colocarse al lado de Jens, sin darle ninguna mirada a los demás.
"Qué descarado...", susurró Ririam, frunciendo el ce?o con una mirada seria.
"Shh... No sabemos qué le pasó", replicó Ann, haciendo un gesto de silencio con su dedo.
"?Qué podría haberle pasado? Es un traidor" murmuró cubriendo su boca.
Louis entró a la sala con una silla, la cual colocó cerca para que se sentara Mari.
"?Es el!" Susurró el líder del largo cabello amarillo con emoción levantándose, pero siendo detenido al instante por La líder de avanzada edad, tomándolo del brazo para que se sentará nuevamente. "Espera a que termine esto, después puedes hablar con el".
"Ese debe ser... Ojos de diferentes colores, cabello rojo y una gabardina azul. Je, esto será interesante", pensó Gladys mirándolo de reojo.
"Ya tenía ganas de conocerte... Luego de esto, tendremos una charla", pensó el sacerdote Yang, cerrando levemente sus ojos mientras observaba a Louis.
Mientras tanto, en las afueras del palacio, Reck, Mern, Mark y Kassie habían llegado al lugar indicado por Reck.
Reck sacó un objeto de color púrpura con forma rectangular y una bocina conectada. "Aquí es, activaré el silint y tu cava justo ahí", mencionó, apuntando con su dedo el lugar.
"Bien... Vamos, Mark". Mern tocó la espalda de Mark y ambos brazos de este se convirtieron en taladros.
Reck activó el objeto y una capa de color azul rodeó una parte de la zona donde estaban. Luego, Mark comenzó a taladrar el suelo hasta llegar a un pasadizo con varias antorchas que iluminaban el lugar, el cual parecía medir 30 metros cuadrados.
"Hmm... El lugar no parece tener mucho tiempo aquí. Además, hay marcos de madera y raíces en el techo que mantienen este lugar. Seguramente lo construyó Rays", mencionó Mark, bajando por el agujero.
"Era de esperarse... Tengan cuidado con las raíces. No entiendo bien qué pasó con él, ha actuado muy extra?o desde que Jens se volvió rey", comentó Reck, bajando por el agujero para luego mirar a su alrededor.
"Es muy raro, él no es así. ?Crees que lo estén chantajeando con algo?" a?adió Mern luego de bajar por el agujero.
Reck presionó y activó el objeto nuevamente, cubriendo gran parte del pasadizo con la capa azul. "No importa, vamos por aquí". Comenzó a correr hacia el frente, luego Kassie bajó para seguirlo junto a Mern y Mark.
De vuelta a la sala de reuniones, todos los líderes y el sacerdote estaban atentos a las palabras de Mei.
"He solicitado esta reunión para la total destitución del conde Jens como rey. Este hombre parece haber hecho algo en este reino, pero no ha traído más que problemas, entre ellos: pérdida de bienes, mala atención a amenazas directas, nulo mantenimiento a las distintas zonas del reino, lo que ocasionó muertes, además de permitir que criminales y sediciosos se colaran en el reino".
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"?Eso no es cierto! El reino está en buenas condiciones, he hecho un trabajo impecable. Lo que dice es una tontería", gritó Jens, levantándose y golpeando la mesa con ambas manos. "Sacerdote, no creo que deba creerle a esta mujer. Parece que se volvió loca o algo así. Escuché que dice que hay un..."
El conde Jens comenzó a susurrarle al sacerdote, tapando su boca y acercándose ligeramente desde la silla en la que estaba.
"Conde Jens... Guarde silencio, no le dije que era su turno de hablar. Ahora tomaré eso como su defensa", contestó Yang, luego de retorcer los ojos ante las palabras de Jens.
"Lo siento...", dijo sin más, sentándose nuevamente.
De pronto, la puerta detrás de Mei se abrió y un hombre de traje blanco con una bandeja se acercó a Mei.
"Se?orita Mei... Aquí está su café y su vaso con agua. Le dejo el azúcar para que lo agregue a su gusto. ?Seguros que no desean nada? Tengo unos ricos pastelillos".
"No, no se preocupe. Comiencen con los testimonios, por favor", respondió Yang, moviendo su mano derecha para rechazar la oferta.
"Espera, yo quiero..." a?adió el conde Jens.
Con una sonrisa en sus labios, el camarero dijo: "No le preguntaba a usted", para luego salir de la sala. Mientras tanto, Mei tomaba un sorbo de café y Jens tenía una expresión pasmada ante la respuesta del camarero.
"Buenas... tardes. Un gusto conocerlos... ?a todos! Digo... Ehmm...", Louis fue el primero en dar su testimonio, pero, como ya leíste, los nervios le ganaban.
"Que pase otro mientras el paladín Louis se tranquiliza", mencionó el sacerdote Yang.
Mei se levantó de la silla y se acercó a Louis.
"No, él será el primero. Solo deme un momento... Debes calmarte, respira hondo y exhala. Es tu primera vez en esto, pero... ?tú puedes!", dijo, dándole una cachetada en su última frase, lo que sorprendió a todos. Ann y Martí cubrieron su boca para aguantar la risa.
El más sorprendido era Louis, quien frunció el ce?o, abrió los ojos de par en par y puso su mano derecha en su mejilla. Luego, Mei tomó asiento nuevamente y le agregó azúcar a su café.
"Okay, una vez más... Hola. Puede que ya me conozcan... Bueno, creo que sí me conocen, es imposible que no lo hagan..." Ante las palabras de Louis, Ririam puso su mano en su rostro con decepción y Martí volteó a otro lado mientras se rascaba con el dedo índice de su mano izquierda cerca de su ojo izquierdo. Ann parecía sentir lástima y Xitlari no tuvo ninguna reacción, pues entendía sus nervios, ya que ella también los tenía.
"Yo, desde que vine aquí, ehm... No, así no...".
"?Qué clase de testigo es este? No dice nada... Aunque mejor para mí", pensó Jens con una ceja levantada.
"La razón por la que vine... Mi maestro Rei me dijo que, para ser un buen paladín, tenía que ver el mundo, tenía que conocer cómo era vivir... porque estar en mi reino... no era vida. Aquí aprendí varias cosas y conocí a personas increíbles. Sentí nuevas emociones y logré cambiar y hacerme más fuerte" Las palabras de Louis estaban llenas de sentimientos, además de que su voz sonaba cálida y sincera. "Durante mis primeros días, peleé contra los hermanos Schulz, un hombre lobo, hombres de la niebla blanca, el mismísimo Yeynos y su hija. Jeh, otra vez contra los hermanos Schulz, luego de que escaparan de la prisión. ?Oh! Y yo ayudé también a atrapar a varios prisioneros cuando... pasó la explosión en la prisión del reino. Luego me uní a la se?orita Mei, aunque ya la había conocido antes... Peleamos contra el hijo de Yeynos... él poseía una magia muy extra?a, aparte de tener magia de creación, magia de ilusión y magia blanca".
Al finalizar sus palabras, todos tuvieron una reacción de sorpresa, en especial el sacerdote Yang.
"?Estás seguro... de lo que dices? ?Tenía magia blanca?" preguntó el sacerdote Yang con una expresión seria y atenta.
"Sí, se?or. También estuve presente en el intento de robo en el banco del reino y en la captura de una criatura en la zona de agua en el centro de la ciudad. Bajo mi palabra, le aseguro que la se?orita Mei está en lo correcto aquí", respondió Louis, tomando una actitud totalmente seria.
La líder de avanzada edad "Yamile" comenzó a decirle cosas solo al sacerdote Yang.
Jens volteó a ver a Rays, quien seguía de pie a su izquierda, y murmuró: "?Criatura? ?De qué criatura habla?".
"No tengo idea. Tal vez debió estar más atento a lo que pasaba en el reino", dijo Rays sin ninguna emoción en su rostro. Jens puso su mirada en Mei por un momento y esta le dio una leve sonrisa.
"Desgraciada..." pensó Jens, tratando de que no le afectara la burla.
"Esto no es cualquier asunto. El sacerdote Krief hizo muy malas elecciones aquí. No importa lo que tarde, tenemos que saber qué es lo que saben. Por mucho que él sea un paladín principiante con muchos ojos encima y los otros expaladines, su testimonio cuenta totalmente", susurró la líder Yamile al oído del sacerdote Yang.
"Bien... ?Que pase el siguiente!" mencionó el sacerdote Yang luego de procesar las palabras de la líder Yamile.
Luego de que Louis retrocediera, Ann dio un paso al frente y, con una ligera sonrisa de agradecimiento, comenzó su testimonio.
"Agradezco mucho la atención... Yo confirmo en su totalidad todo lo dicho anteriormente por el paladín Louis. El hijo de Yeynos, quien parece llamarse Tai, posee magia blanca. Lo sé porque yo salvé a él y a Kassie Matther, quien le ayudó en la pelea".
"Kassie Matther... Escuché de ella. Es una exorcista con un buen número... Y dígame, ?dónde está ella?" comentó el sacerdote Yang.
"Ella... se presentará pronto. Ahora mismo está... en una misión", respondió Ann, pensando bien su respuesta.
"Bien... Continúe".
Mientras tanto, en el pasadizo bajo el castillo, Reck, Mern, Mark y Kassie habían llegado a una zona más amplia, de unos 40 metros cuadrados.
"Tengan cuidado, podrían haber trampas...", mencionó Reck, quien seguía sosteniendo el objeto mágico con una de sus manos.
"Ahora que lo pienso... ?Por qué trajiste esa chaqueta aquí? ?No tienes calor?" preguntó Kassie, un poco confusa, mientras continuaba caminando.
"?Esta chaqueta es parte de mí! ?Es parte de mi alma!" respondió Mern con orgullo, mirando hacia el techo.
"Ya..." Kassie estaba aún más confusa, levantando una ceja.
De pronto, una runa morada salió del suelo y un ser de dos metros se creó pieza por pieza. Llevaba una armadura antigua de bronce y la runa quedó en su pecho. Ambas manos sujetaban unas espadas negras y tenía mu?equeras con un arma de dos ca?ones.
"Jens... Toma, Mark... corran sin rechistar. Yo me encargo de él".
Luego de presionar una vez más el objeto, Reck le entregó este a Mark y se puso en posición para comenzar la pelea.
"Entendido, vamos, Kassie" Mern tomó el brazo de Kassie y comenzaron a correr junto a Mark hacia el ser rúnico. Este, al instante, se impulsó para cortar a Mern y a Kassie.
"?Espera!" gritó Kassie con temor, cerrando los ojos... Y un gran sonido de choque la hizo volver a abrirlos... Sin ver nada a su alrededor, volteó atrás y vio cómo Reck chocaba su espada con las del ser rúnico, creando grandes choques que agrietaban el suelo. "?él estará bien?".
"Por supuesto... ?él es más fuerte que yo!" expresó Mern con una sonrisa en sus labios mientras continuaban corriendo.
"Es imposible que le pase algo, es de los paladines más fuertes que existen", agregó Mark mientras presionaba el objeto mágico.
Mientras corrían, Kassie pisó un peque?o tallo que había crecido en el suelo... Y al instante... Rays lo sintió "Me disculpan, tengo algo importante que hacer" Rays salió por la puerta detrás de él y Mei se quedó viéndolo mientras salía.
"?Qué? ?A dónde vas?" dijo Jens con preocupación.
"Ya se enteró...", pensó, cerrando un poco sus ojos con una mirada fija hacia él.
El turno de Ann ya había pasado y ahora estaba Ririam en su testimonio.
"Aprovechó para interrumpirme también...", pensó Ririam, viendo salir a Rays, para luego aclarar su garganta. "Como iba diciendo... Usted puede ver en buenas condiciones este reino, pero no gracias al conde Jens, ?sino gracias a nosotros! Mantuvimos este reino los últimos meses en los que perdimos nuestros rangos. Tenemos muchas pruebas que afirman tal cosa".
El sacerdote Yang puso su mirada en Jens por un momento. Jens lucía un poco nervioso, pero trataba de mantener la calma. "Ya me lo veo venir... ?Cómo dejaron que este hombre gobernara? Sé que también podría ser falso, pero hasta tienen al príncipe Lue de su lado... ?Lo habrán amenazado? Imposible, ?por qué un grupo de paladines haría eso?", pensó, para luego poner su mirada en el chico que estaba al lado de Mei.
"Bien... Traigan esas pruebas y acabemos con esto".
Al decir esto, Xitlari salió de la sala.
"Se?or, ?en serio cree que yo podría hacer algo así? Soy un Mortenez, debe confiar en mí. He dado mucho por este reino desde hace a?os" Al escuchar esto, Mei frunció el ce?o, molesta, y presionó levemente la orilla de la mesa con su mano derecha.
"Ya veremos, conde...", respondió el sacerdote Yang.
Luego regresó Xitlari con la cápsula del quiritánidas y la puso con cuidado en la mesa.
"Increíble...", dijo la líder Yamile, acomodándose los lentes para ver a la criatura mejor.
"Es un quiritánidas..." a?adió el líder de la máscara blanca.
"Magnífico", comentó la líder de cabello rosa.
"?Cómo es que...?", mencionó Edgar, pero fue interrumpido por el conde Jens al instante.
"?No es posible! ?Cómo es que esa cosa estaba en la zona de agua?" expresó, alterado y molesto.
"Si no hubiera despedido a todos los de mantenimiento, ellos lo hubiesen capturado y también dado la respuesta", respondió Mei, para luego tomar otro sorbo de café.
Jens refunfu?ó en voz baja y miró hacia otro lado.
"Entonces, esta es la criatura...", mencionó el sacerdote Yang, inclinándose un poco en su silla para ver mejor al quiritánidas. "?Cómo es que una criatura como esta llegó hasta la zona de agua del reino?", pensó.
"Además, tenemos estos testigos de lo ocurrido", mencionó Mei, para que luego Marti y Mari dieran un paso al frente.
"Sacerdote... Mi esposo y yo fuimos víctimas de la incompetencia de este hombre. Por culpa de él...", Mari trató de hablar, pero se detuvo y comenzó a llorar.
Todos los que estaban de su lado bajaron la cabeza.
"Tranquilícese... ?Podría su marido contarnos lo ocurrido, por favor?" Al decir esto, Mari paró de llorar.
"Eh... No soy yo, sacerdote", dijo Marti con tristeza en su rostro y mirando hacia un lado.
"Mi esposo murió por un hombre lobo que entró a nuestro campo de cultivos... Ese es el hombre lobo con el que peleó el paladín Louis...", exclamó Mari mientras limpiaba sus lágrimas y era ayudada para poder sentarse nuevamente en la silla.
"Yo llevé al paladín Louis hasta la cosecha del este. ?Vi a un quiritánidas adulto en el lago del reino, águilas gigantes! Y estuve cuando el paladín Louis ?peleó contra el hombre lobo! ?Su pelaje era totalmente negro!" Mientras hablaba, Marti trataba de explicar lo que decía, haciendo varias poses con sus manos y moviéndose de un lado a otro.
El conde se encogió de hombros ante esto y no dijo ni una palabra.
"Gracias por su testimonio y... Lamento su pérdida. La iglesia se encargará de que tenga una buena vida con el hijo que vaya a tener", expresó el sacerdote Yang, un poco afectado por la historia de Mari.
"Para lo siguiente, tengo esto..." Mei se levantó con el vaso de agua y puso el cubo lejos de la mesa. Le tiró toda el agua y tomó su forma real nuevamente.
Todos los que vinieron de la iglesia se sorprendieron. Luego, Mei presionó el botón de un control y el cubo se volvió peque?o, dejando ver las varias cajas llenas de documentos que tenía.
"?Qué clase de tecnología es esa?" preguntó Gladys, fascinada por lo que había visto.
"Le pertenece al billonario Donquichua. Según sé, la lanzará pronto en el mercado", respondió Mei, tomando su asiento nuevamente.
"Debe ser una broma... Sí, debe serlo. Es imposible que se tomen el tiempo para leer todo eso", pensó Jens, poniendo su mirada en el sacerdote Yang.
"Líder Yamile...", dijo el sacerdote Yang. La líder Yamile se levantó y se acercó al montón de cajas. Extendió su mano y de ella salió un aura gris que rodeó todas las cajas. A través de sus ojos se podían ver un montón de palabras y números pasando a gran velocidad de arriba a abajo. "Esto puede tardar un poco, pero veremos todo lo que consiguieron sin falta... (Para dar mi veredicto final)".
Mientras tanto, en el pasadizo, Mern, Mark y Kassie habían llegado a una clase de puerta con un aura café que les impedía el paso. La puerta tenía cuatro insignias con una "M" en cada una.
"Una puerta rúnica... Jeh, pan comido", exclamó con confianza, estirando sus brazos y acercándose a la puerta, pero muchas raíces surgieron frente a ella y, de las raíces, emergió Rays.
"?Rays, amigo! ?Cómo has estado? Te veo un poco... Uy, ?has dormido bien?", expresó Mern con emoción para luego notar el rostro cansado de Rays.
"No creas que te dejaré pasar... Solo quiero paz, y con esto podré tenerla", respondió Rays, ignorando la pregunta de Mern.
"Amigo... le estás robando al reino. ??De qué demonios hablas?!".
"No lo entenderías..." Rays extendió su mano hacia ellos, y varias raíces salieron del suelo. Al instante, Mern tocó a Mark, creándole una espada en su brazo derecho y dos cuchillas en su brazo izquierdo que giraban a gran velocidad. Mark detuvo todas las raíces, y luego Mern extendió su mano hacia Rays; de su palma salió un pilar de Gyverna dorada. Rays lo esquivó, pero Mern ya estaba frente a él y le dio un pu?etazo en el rostro, haciéndolo chocar contra la pared.
"?Kassie, rompe la puerta!" Ante esto, Kassie corrió hacia la puerta, pero Mark la detuvo.
"?Te impulsaré!" Mark soltó la espada y lanzó a Kassie para que llegara hasta la puerta.
Mern puso su mano en el suelo y creó una plataforma que, con un movimiento de su mano, se levantó para atrapar a Rays en el suelo. Sin embargo, dos raíces grandes emergieron a la derecha e izquierda de Rays, evitando que la plataforma le cayera encima. Luego, otras raíces lo introdujeron en la pared de tierra para hacerlo reaparecer en el techo.
"?No te dejaré!" Con su mano, creó un látigo para agarrar a Kassie, pero Mark lanzó su espada, cortando el látigo y quedándose la espada incrustada en el techo.
Kassie logró llegar hasta la puerta y creó un escudo de hielo para evitar cualquier ataque de las raíces. Luego puso ambas manos en la puerta, haciendo que las insignias comenzaran a moverse en dirección a las agujas del reloj.
"?Maldición!" Rays bajó al suelo, dio un gran pisotón, y varias raíces se dirigieron hacia el escudo de Kassie.
"?Claro que no!" Mern también dio un pisotón en el suelo y levantó un gran muro de Gyverna dorada desde el subsuelo.
Rays rechinó los dientes, y Mark le dio un pu?etazo en la espalda, haciéndolo caer al suelo. Antes de que pudiera darle otro golpe, una raíz agarró a Mark por la espalda, lo estrelló contra la pared y lo atrapó con varias raíces. Estas levantaron su brazo izquierdo hacia arriba para que no pudiera liberarse con la cuchilla.
Rays se levantó y comenzó a girar mientras lanzaba muchas lianas hacia Mern. Este cubrió todo su cuerpo con una armadura de Gyverna dorada con varias cuchillas que sobresalían y comenzó a cortar todas las lianas. Luego, lanzó varias cuchillas peque?as, logrando cortarlas todas hasta alcanzar a Rays. Varias de estas cuchillas se ensartaron en su brazo izquierdo y en su espalda, deteniendo su giro.
"Tú... ?siempre con esa... MAGIA!", gritó, y el techo comenzó a colapsar.
"??Estás loco!?" Mern cubrió el techo con Gyverna y puso varios pilares para sostenerlo, pero mientras hacía esto, Rays mandó una gran raíz que lo agarró y lo estrelló contra el muro donde estaba Mark. Luego lo atrapó con varias raíces que rodearon todas sus manos y dedos para evitar que usara su magia.
"Jajaja, oye, deberíamos celebrar, es tu primera victoria contra mí", comentó Mern con una sonrisa amistosa.
"Cierra el pico... Aquí yo tengo la ventaja. No puedes hacer a Mark más grande ni usar tu magia de la manera en que la usas", mencionó antes de mandar dos grandes raíces hacia Kassie.
"?Kassie!", gritó Mark, y Rays cubrió su boca al instante.
Kassie volteó hacia atrás. Quitó una mano de la puerta y, extendiéndola hacia atrás, creó varios picos de hielo en el escudo. Luego, Rays mandó muchas más raíces que destruían el hielo con grandes golpes de derecha a izquierda.
"Ya casi se abre..." Las insignias estaban a punto de dar la vuelta, y las raíces seguían destruyendo el escudo de hielo.
"?Rays! ??Qué te pasó!? ?Esto no es normal en ti!".
"?Ya no quiero ver a nadie morir! Esta es la única forma..." Rays continuaba mandando más raíces desde el suelo para destruir más rápido el escudo.
Las insignias dieron la vuelta completa, la puerta se desvaneció y una gran luz dorada inundó los ojos de Kassie.
"Lo logré". Luego, una raíz atravesó el escudo y tomó a Kassie, colocándola junto a Mern y Mark, sujetando también sus manos y dedos.
"?Quién es esta? No la conozco...", preguntó mientras las raíces seguían destruyendo el escudo.
"Es una nueva aprendiz de Mei... Amigo, ?qué pasó?", respondió Mern, reflejando preocupación en su rostro.
Por un momento, Rays no pudo responder y se mantuvo en silencio... Hasta que todo el escudo de hielo se hizo pedazos. "Ya no quiero ser un paladín... Lo he perdido todo por esto... amigos, familia, amor...".
"?Dónde está Susana?" Mern tenía una expresión de lástima y pena por su amigo, mientras que Kassie comenzó a inflar sus mejillas.
Rays caminó hacia donde estaba el oro y dijo: "Ese día... me dijo que no me preocupara tanto por ella... Y cuando trajeron al Nerosma a la prisión, ella estaba en vigilancia...". Rays observó el oro, y lágrimas cayeron de sus ojos.
"Amigo... ?por qué no dijiste nada? Mei...", mencionó Mern, pero fue interrumpido.
"Mei no hubiera hecho nada... No va a traerla de vuelta... Para no sufrir la muerte de ustedes, quiero largarme de aquí... Ya tuve suficiente".
Luego de escuchar esto, Mern miró a Kassie, quien tenía sus mejillas infladas y brillantes. Mern levantó su barbilla, y de ella salió un pedazo de Gyverna dorada que logró conectarse a Mark. Del pecho de este salió una runa idéntica a la que tenía Mern en su pecho.
Kassie lanzó el agua de su boca con gran fuerza hacia Rays y, al tocarlo, todo su cuerpo, excepto su cabeza, se congeló. Luego, Mark destruyó las raíces, causando una explosión en su pecho, y liberó a Kassie y Mern con su mano izquierda.
"?No lo permitiréeee!", gritó Rays mientras el hielo en su cuerpo se agrietaba y varias raíces se dirigían hacia los demás.
"?Crea una gran cantidad de agua!", dijo Mern, creando un cubo de Gyverna dorada. Luego tocó el hombro de Mark, convirtiendo sus brazos en taladros y poniéndole un propulsor en la espalda.
"?No puedo hacerlo!", respondió Kassie, temerosa, mientras las raíces atacaban el cubo.
"Claro que sí... ?Tú puedes hacerlo!" Mern se acercó a ella, puso su mano derecha en su hombro con un rostro lleno de confianza y con una leve sonrisa.
"Con una condición...".
Rays logró destruir el hielo y mandó muchas más raíces hacia el cubo de Gyverna. "?Es completamente justo! ?Di mucho por este reino!".
De pronto, el cubo se abrió, aplastando las raíces. Luego, Mern, sin su chaqueta, lanzó una cadena con un gancho de su mano, logrando enganchar a Rays. Con un jalón, lo atrajo hacia él. Rays cubrió sus brazos con troncos para golpear el rostro de Mern, pero Kassie, con la chaqueta de Mern puesta, saltó encima de él, extendió ambas manos y una gran cantidad de agua salió de ellas, llenando todo el lugar.
Mientras tanto, en la reunión, la líder Yamile estaba terminando de leer los documentos con su magia.
"Bastante impresionante... En estos documentos hay muchas cuentas. Lo más destacable es el gran registro del mercado del reino y cómo el dinero del reino se ha estancado en un solo punto y no ha avanzado más; más bien, ha perdido gran parte... Además, hay varias cuentas de pagos de arreglos en el reino hechos por una joyería que ofrece ser de Mei. Hay varios testimonios de otras personas que confirman lo dicho anteriormente... Hay... declaraciones de caballeros que afirman que el rey los usaba como empleados... También hay varios certificados de la gente que hizo los análisis dándoles soporte, entre muchas cosas más" El conde Jens comenzó a sudar un poco y tenía la cara atemorizada luego de escuchar a la líder Yamile. "Hmm... Hay un testimonio interesante... ?Maxwell Marks?" pensó la líder Yamile para luego regresar a su silla.
"Y eso no es todo." Mei colocó un objeto rectangular de color negro en la mesa. "Aquí dentro están más datos y pruebas que, si gustan, pueden poner en el panel holográfico."
"?Tú... eres una envidiosa!" gritó Jens, molesto, golpeando la mesa.
"?Cómo?" Mei frunció el ce?o y miró fijamente al conde Jens con furia.
"Tú solo estás celosa de que yo recibí el puesto de rey. ?Por eso armaste esta farsa!" expresó furioso, se?alando a Mei con su mano.
"?No sea estúpido! La evidencia es totalmente ?clara!" respondió, mientras que Clara quería acercarse a Jens para golpearlo, pero el príncipe Lue la detuvo agarrándola con ambas manos. "?Usted ha hecho que el reino se vuelva inseguro!" Mei se levantó y golpeó la mesa con ambas manos.
"??De qué hablas?! ?Yo puse el gran escudo!" Jens igualmente se levantó y puso ambas manos con las palmas abiertas en la mesa.
"?Usted no hizo nada! ?Ese fue el último proyecto que dejó el rey Shane!" Mientras los demás que estaban atrás se acercaban lentamente a Mei, el conde Jens hizo un sonido de furia mientras presionaba su mano. "Tan joven... ?y ya pareces una vieja maldita!".
"?IGH...!" Al instante, Mei tomó su cimitarra que tenía al lado de su silla. "Es todo. ?Yo lo mato!" Inmediatamente el príncipe la detuvo, agarrándole el brazo derecho, y los demás (excepto por Marti y Mari) corrieron para detenerla.
"?Espera, Mei!" mencionó Ririam, agarrándole el brazo derecho. "?Debes controlarte!" agregó Ann, agarrándola del abdomen.
"?Suéltenme, le cortaré la lengua!" gritó Mei con furia, logrando desenvainar su cimitarra.
"?Cálmate! ?Nosotros vamos ganando!" dijo Xitlari, quien incluso tenía dificultades para detenerla.
"?Usted es una se?orita, Mei, no se ha casado!" comentó Louis forcejeando también. "?Eso no ayuda, Louis!" replicó Ririam.
Los líderes, el sacerdote, Gladys y Edgar estaban estupefactos y sin palabras ante la pelea del conde Jens y Mei.
"?Mírenla! Está loca, no pueden confiar en ella, sacerdote." De pronto, el suelo comenzó a temblar mientras el conde hablaba. "?Yo he cuidado muy bien a todos! ?Cómo podría robarle al reino?" Al instante, una gran cantidad de agua con muchas monedas de oro fueron expulsadas como un géiser afuera, en el patio del palacio. Algunas de las monedas chocaban con las ventanas de la sala.
Todos los que venían de la iglesia se asomaron por las ventanas y, luego de detenerse el agua, salió Mark volando con el propulsor. Llevaba a Kassie y a Mern entre sus brazos, y Mern sujetaba a Rays de su espalda (este estaba boca abajo, inconsciente).
"No dejen que me miren," dijo Kassie cubriéndose con la chaqueta de Mern.
"Calma, no te pueden ver, vete quitando el agua de encima," mencionó Mern luego de que Mark los soltara y pusiera a Rays en el suelo.
Luego, todos los de la iglesia (excepto el sacerdote Yang) voltearon a ver al conde Jens.
"Ehm... ?Vaya, descubrieron una mina de oro! Jejeje... Ahí no" expresó con nerviosismo y riéndose un poco.
"Si me disculpan..." El sacerdote Yang puso uno de sus dedos (el cual tomó un color blanco) en la ventana por la que miraba afuera, y esta se hizo pedazos. Salió por ella volando hacia el agujero con una ligera aura blanca alrededor de él. Mientras bajaba, notó varias monedas incrustadas en la tierra. Al llegar hasta el fondo, vio la gran cantidad de lingotes de oro que había "Qué desgraciado".
"?Hola! Tú debes ser el nuevo sacerdote. Mucho gusto, Reck Mortz. Tome esto como prueba también." Reck le lanzó la runa morada y el sacerdote la atrapó, viendo la insignia de los Mortenez en ella.
Luego, el sacerdote ayudó a Reck a salir del agujero y después se dirigió hacia la sala nuevamente.
"Creo que ya no hay dudas de que todo lo que dijo la paladina Mei es verdad. Y tomando en cuenta todo... Dudo que vaya a salir de prisión, quedará lo que le resta de vida ahí. Edgar, llévalo con los caballeros para que lo manden a Jankstan" mencionó el sacerdote, poniendo la runa morada en la mesa, mientras Mark ayudaba a Mern y a Kassie a entrar por la ventana que rompió el sacerdote Yang.
"Pero... ?Cómo es que lo descubrieron?" pensó Jens para luego ver a Mei, ya tranquila, a punto de tomar un trago de su café. Ella notó la mirada de Jens y lo miró por un momento, dándole una sonrisa dulce, pero que para Jens era una burla. "?Maldita pe...!" Al instante, su boca fue tapada por un trozo de Gyverna dorada que lo hizo caer al suelo.
"?No se atreva a hablarle así!" expresó Mern, furioso, con la mano extendida.
"Venga para acá" Edgar lo levantó y le puso unas esposas de piedra. Luego, se retiró de la sala con él.
"Bueno, dado que el príncipe es menor de edad todavía, deberá tomar el cargo el que le sigue al conde," comentó el sacerdote Yang mientras Reck entraba por la ventana también.
"Espere, sacerdote" dijo el príncipe Lue. "Yo puedo mantener el reino. He estado aprendiendo todo lo necesario para eso y siento que estoy listo" El rostro del príncipe mostraba decisión y gran confianza.
"Todavía eres muy joven" exclamó, observando a Mei. "Pero con una consejera no estaría mal".
"??Yo!?" preguntó Mei. "??Ella!?" a?adió Mern.
"Claro. A pesar de su reciente ataque de ira, usted mantuvo al reino por los meses que estuvo ese tipo. Creo que usted es la mejor candidata para eso, y no es una paladina reciente, ya tiene mucha experiencia. ?Alguien se opone?" El sacerdote esperó una respuesta, pero todos los líderes permanecieron callados, aceptando la decisión.
"Entonces, está decidido." El sacerdote se levantó, puso sus manos en su espalda y bajó su cabeza. "Mis más sinceras disculpas por lo que ha pasado en el reino. El sacerdote Krief tomó las peores decisiones, pero yo arreglaré todos sus errores".
"Le agradecemos nosotros por escucharnos" expresó Mei con su dulce voz, bajando la cabeza. Luego, todos los que no venían de la iglesia salieron de la sala y saltaron de alegría. "?Lo hicimos!".
"?Finalmente somos paladines otra vez!" gritó Ann con felicidad, abrazando a Ririam, y este la abrazó con una leve sonrisa.
Tomando a Mei del brazo, Mern le dijo: "Felicidades ?ahora eres consejera y paladín!" y le dio un abrazo luego de regalarle un sonrisa llena de orgullo.
"Gracias..." dijo, devolviéndole el abrazo, para luego dárle un beso suave y gentil en los labios. "Y gracias también por cerrarle la boca".
Mern se sonrojo y puso su mano derecha detrás de su cabeza y sonrió viendo hacia otra lado. "No fue nada".
"?Ahora eres rey!" mencionó Reck, alborotándole el cabello al príncipe Lue.
"Bueno, técnicamente no, hay que hacer la coronación", agregó Mark mientras levantaba su mano derecha con el dedo índice levantado.
"Hay que hacerla lo más pronto posible entonces", dijo Reck con una sonrisa llena de orgullo.
"?Amigos! No es momento de relajarse, hay algo muy importante que hacer", exclamó Mei, acercándose a los demás junto a Mern. "Vayan a preparar a los caballeros y evacuar el reino. Hay que capturar a todos los hombres de Zthur que estén por el reino. Yo hablaré con el sacerdote sobre esto, vayan".
"?Quiere ir a casa?" Preguntó Kassie a Mari.
"?Louis!" gritó Lin a lo lejos del pasillo con un caballero de Ystir a su lado. Al instante, comenzó a correr hacia él.
"?Mamá?" Lin se abalanzó sobre Louis, dándole un abrazo. "?Qué haces aquí?".
"Una visita rápida. ?Cómo has estado, mi ni?o? ?Te has cepillado tus dientes? ?Estás comiendo bien? ?Has sido educado con los paladines de este reino? ?No has quemado nada verdad?" Lin hacía muchas preguntas que solo ponían más avergonzado y sonrojado a Louis. "?Encantada de conocerlos! Me llamo Lin Keeper".
"Mucho gusto...", respondieron todos, riendo un poco y susurrándose cosas.
"Todo bien, mamá. Estoy bien, por favor... Me estás avergonzando", respondió Louis, sonrojado, sin poder ver a los demás.
"?Oigan...! ?Les mandé a hacer algo!" recalcó Mei con una sonrisa, y todos se retiraron, excepto el príncipe Lue, que entró con Mei a la sala nuevamente.
"??Viste sus ojos!? ?Ambos eran rojos! Y muy brillantes", se escuchó a Ann decir mientras seguían caminando.
Luego, la puerta de la sala se abrió nuevamente. "Paladina Lin Keeper, ?qué hace aquí? ?No estaba en una misión?" preguntó el sacerdote Yang con sorpresa y confusión.
"Usted debe ser el nuevo sacerdote, encantada de conocerlo. Ya terminé la misión y, antes de regresar a Alahead, quería visitar a mi hijo", respondió Lin, bajando la cabeza levemente, para luego pellizcarle levemente el cachete a Louis mientras sonreía.
"Ya veo... Quería hablar con su hijo también, ?puede dejarlo pasar? Quiero discutir algunas cosas mientras la paladina Mei nos cuenta algo", expresó el sacerdote con respeto.
"Oh... Claro. Te estaré esperando, hijo", exclamó Lin, y luego Louis entró a la sala con el sacerdote. "Nuestro ni?o está creciendo... Ojalá pudieras verlo".
En la sala, luego de que el sacerdote se sentara y le ofreciera a Louis sentarse, Mei tomó una expresión aún más seria que en cualquier otra ocasión. Cruzó ambas manos y dijo: "Se?ores... Lo que les diré no es algo que deba tomarse a la ligera... El reino está en grave peligro. Criminales como Yeynos están metidos en esto. El día de la muerte del rey, el reino fue amenazado... por un Nerosma, llamado Zthur" Mientras hablaba, podíamos ver varias partes del reino: la zona sur, con sus herrerías; la zona oeste, con sus puestos de comida y restaurantes; la zona este, con sus tiendas de magia, artefactos mecánicos y las personas como Lowin y su familia; la zona norte, donde habitaban personas con mayor poder monetario; la zona suroeste, con el orfanato y Lily cuidando de los ni?os; y, por último, los lugares donde los criminales se escondían... Y entonces, vemos a Tai en el techo de su gran y bella casa, con el cielo repleto de nubes y con la luz del sol atravesándolas.
Fin del capítulo.