*Palacio Del Rey De Ystir - Sala de Reuniones*
"El día de la muerte del rey, el reino fue amenazado... por un Nerosma, llamado Zthur" Ante estas palabras, todos quedaron sorprendidos, abriendo sus ojos y bocas ante la revelación.
"?Imposible! Todos... fueron exterminados," insinuó la líder Yamile, mirando hacia la mesa fijamente.
"?Cómo es eso posible...? ??Por qué nadie avisó de esto!?" a?adió la líder de cabello rosado, mientras que Gladys comenzó a pensar sobre eso y a morderse una de las u?as.
"Llevamos mucho informándolo, pero hasta me trató de loca el líder Jastify... No solo yo, Reck también avisó mucho de esto, pero incluso Krief no hizo caso a esto," respondió Mei con decepción en sus palabras.
"Gracias, paladina Mei, por este aviso... Informaremos al líder supremo y a la sacerdotisa también. ?Necesita apoyo militar?" comentó el sacerdote Yang con la mirada seria.
"Si es posible, sí, pero sé que han tenido problemas conteniendo a los Macrous en la grieta del mundo. Entenderé si no pueden dar apoyo," respondió con comprensión.
El sacerdote Yang miró hacia la ventana y, luego de unos segundos... "Haré lo posible para mandarle al menos 2 paladines y 100 caballeros, pero... usted mencionó que Jens dejó entrar a esa gente, ?cierto?".
"Sí, se?or, hay hombres de Zthur en el reino, pero no se preocupe... ya mandé a evacuar a la gente para capturarlos a todos," respondió con una mirada seria y tranquila.
"?No necesita apoyo?" El sacerdote Yang y Gladys se levantaron de sus asientos, y el sacerdote apoyó ambas manos en la mesa.
"No me atrevería a pedírselos... Reck, Mern, Ann, Ririam y Xitlari se encargarán. Ahora debo ir a organizar eso" Mei se levantó de la silla y puso su mano en el hombro del príncipe. "Lo dejamos con Louis para lo que desee hablar con él. ?Vamos, Lue!" El príncipe la siguió y ambos salieron de la sala.
"Eh, espere... se?orita... Mei," dijo Louis tratando de detenerla, y luego de que salieran, todos fijaron su mirada hacia él.
"No tenga nervios, paladín Louis... será rápido," comentó el sacerdote mientras retomaba su asiento, seguido por Gladys.
Mientras tanto, en todo el reino, los grupos que fueron formados por los paladines evacuaban a la gente lo más rápido posible. Cada paladín llevaba un grupo a su mando; Reck estaba en la zona sur, Mern y Mark en la zona este, Xitlari en la zona norte, Ann en el centro del reino y Ririam en el oeste. La zona de autos, cada tienda, restaurante o cualquier otra cosa, estaba siendo evacuada... La gente estaba confusa ante esto, algunos se rehusaban, pero al final eran convencidos por los paladines.
*Portal Mágico - Casa De Tai*
"Qué aburrido es esto... ?cuánto tiempo más hay que esperar?" mencionó Tai, acostado en el techo de la gran casa, mirando hacia el cielo. "Ojalá pudiera molestar a Kumi..." suspiro "Ni siquiera están esos dos."
Un sonido de un pitido sonó y Tai sacó un comunicador redondo. "?Qué pasa? Será mejor que sea importante".
"Se?or Tai, creo que algo pasa en el reino de Ystir," respondió la voz de un hombre a través del comunicador, que no parecía tener ninguna emoción.
"Te escucho" Tai se levantó y se estiró un poco.
"Hace unos 9 días, el reino recibió a los líderes de la iglesia para el chequeo que siempre hacen, pero hoy nuevamente han llegado. A diferencia de la última vez, ellos llevan muchísimo tiempo en el palacio y el reino comenzó a ser evacuado por caballeros y paladines," el hombre respondió de una manera concisa y clara.
"?En serio...? (?Acaso los restituyeron...?) Activen el protocolo de seguridad y manda un aviso a la base" Tai, luego de esto, colgó la llamada, bajó del techo y entró a la casa. Se acercó a uno de los muros y, pasando su mano, una peque?a compuerta se abrió... y al ver que estaba vacía, su rostro reflejaba perfectamente su preocupación y sorpresa. "No puede ser... ?Pero nadie ha...! Esos dos... ?Malditos!" Al instante, Tai dio la vuelta y se dirigió al portal, volando con una de sus espadas... Luego de atravesarlo, sacó una caja que absorbió el portal y después salió de su escondite, que parecía estar en otra parte del reino.
"Si no me equivoco, este era el signo de rastreo" pensó mientras dibujaba un signo en su palma izquierda, que se tornó de un color blanco y expulsaba una niebla blanca ligera. Luego de esto, Tai se dirigió hacia el oeste.
Mientras tanto, en la zona sur, Reck comandaba a sus caballeros para que protegieran y llevaran a las personas al palacio, mientras él investigaba toda la zona sur en busca de un escondite. Cada persona que era escoltada por los caballeros había recibido un objeto redondo de color azul.
"Bien, ahora que todos están fuera, puedo comenzar la búsqueda", dijo Reck, colocando su espada en su espalda. Después, sacó un objeto cuadrado de su armadura, que abrió, y del objeto salieron varios brazos con pantallas que mostraban un mapa del reino, planos del reino y otro que analizaba cada rincón por el que pasaba.
Lo mismo ocurría en las zonas este, norte y centro del reino, donde Ann, Xitlari, Mern y Mark también buscaban cualquier escondite de los hombres de Zthur. Luego de una gran búsqueda y adentrarse en varios callejones, Reck logró encontrar algo... Un imperfecto, algo que no coincidía según el mapa y los planos del reino.
"Pum, los encontré", susurró Reck para luego guardar el objeto, cubrir su pu?o derecho de un aura marrón rojiza y golpear el suelo, creando un gran impacto que levantó los suelos a su alrededor. Varios trozos del suelo salieron volando junto con una gran cortina de polvo.
El suelo se estremeció en el centro, en el este y en el sur del reino... Grandes robots de aproximadamente 4 metros emergieron; en el este, un robot ara?a; en el centro del reino, lejos de la zona de agua, emergió uno con forma de hormiga, y en el sur, uno con forma de mantis, cada uno junto con varios soldados que rodearon a Reck, Ann, Mern y Mark sin vacilar.
*En La Zona Sur Del Reino*
"Qué valientes... No sé qué clase de criatura es esa, pero igualmente..." Reck tomó su espada con la mano izquierda y su derecha la cubrió nuevamente con su magia. Tomó su pose de combate y, con una mirada decidida y llena de confianza, gritó: "?La destrozaré junto con todos ustedes!".
*En El Centro Del Reino*
"?Awww, qué lindo robot!" Ann comenzó a volar y puso ambas manos en su boca, admirando el robot. Luego las extendió y ambos brazos fueron cubiertos por el viento amarillo que giraba como un tornado en sus brazos. "Lástima que tendré que hacerlo pedazos", insinuó con una mirada decidida y una sonrisa radiante en sus labios.
*En La Zona Este Del Reino*
"Pobres tipos, en serio tienen valor y confianza", comentó Mark al ver a todos los hombres rodeándolos.
"Algo tenían que tener, si no..." Mern tocó a Mark y este consiguió el tama?o del robot ara?a, y en sus manos salieron dos guantes con espinas en los nudillos. "?No sería divertido!", expresó Mern con emoción, para luego crear una espada de Gyverna dorada y una armadura para él.
*En La Zona Norte Del Reino*
"Qué mal... ya todos encontraron los escondites y yo nada", mencionó Xitlari con frustración mientras seguía buscando con el objeto en su mano derecha superior y el rinoceronte espiritual en su hombro derecho. "Yo tenía ganas de pelear".
"Sigue buscando, tal vez encuentres algo", a?adió el rinoceronte espiritual mientras movía su cabeza hacia todas partes para ver si encontraba algo.
"No creo...".
*Zona Oeste - Agencia PT*
Tai había llegado finalmente. Este revisaba bien por si había alguien buscando, pero solo estaba un auto estacionado cerca de la agencia. "Todo se ve libre aquí, menos mal no pusimos ningún escondite aquí... Y hablando de eso... Al parecer ya los encontraron. Espero que me dé tiempo para salir del reino... ?Qué mala suerte!", pensó y entró a la agencia haciendo el menor ruido posible.
"?Vamos, se?ores, rápido! Ya encontraron a los hombres de Zthur", gritó Nila al otro lado de la puerta que estaba al lado de la caja. Tai se escondió detrás de uno de los mostradores y asomó su rostro por si pasaba alguien por la puerta.
"Hay gente aquí todavía... Bueno, no me tomará tiempo", pensó. Se dirigió a la puerta y luego entró a la sala de investigaciones. "?Hola a todos! Me alegra verlos, aunque es la primera vez que nos vemos... Creo que tienen algo que me pertenece".
Al instante, todos tomaron acción. Soltaron las cajas que cargaban y se escondieron detrás de las mesas y escritorios de la sala.
"No me hagan perder el tiempo" Tai caminó hacia ellos y varias granadas de hielo fueron lanzadas. Tai saltó al muro de su derecha y se impulsó para acercarse a uno de ellos y darle una patada en el rostro. Las granadas de hielo se activaron y sellaron la salida. Varios de los investigadores apuntaron con pistolas mágicas y dispararon al instante... Tai creó una espada con su mano derecha y rechazaba todas las balas con ella, logrando acercarse a cada uno para noquearlos.
Nila se encontraba al fondo de la sala disparando también. Tai lanzó su espada y atravesó el arma de Nila... Ya solo quedaban ella y Tai. "Qué adorable cómo se defienden los más débiles".
"?Maldito!" Nila sacó una granada explosiva y la lanzó al rostro de Tai... Este la tomó con su mano derecha cubierta de niebla... La granada creó un escudo alrededor de Tai para que recibiera toda la explosión, pero él solo aplastó la granada y explotó en su mano, creando un gran estruendo. "?Cómo?... No es posible", mencionó, sorprendida al verlo sin ningún rasgu?o.
Tai caminó hacia Nila mientras sacudía la suciedad de su ropa. "Bonitos objetos los que fabrican aquí, pero les hace falta..." Al instante, Tai retrocedió y una gran pared de cristal apareció frente a Nila. Luego, grandes espinas de cristal salieron de la pared, quedando a centímetros de Tai. "Ingenioso". Tai creó otra espada y despedazó las espinas, para luego extender su mano y hacer pedazos el muro de cristal. Luego, multiplicó la espada y puso cada una en el cuello de los investigadores. "Haremos esto... Tú me dices dónde guardas mi rollo y no mataré a ninguno de ellos".
"Jeh, eres un idiota" Luego de decir esto, Nila desapareció como un holograma y solo quedó un robot blanco, al igual que los demás investigadores.
"?Qué...?" Tai volteó a ver a los demás robots y cada uno expulsó una granada de hielo de su pecho. Al instante, Tai presionó sus manos y todo su cuerpo se cubrió de una niebla negra... Luego extendió sus manos hacia la izquierda y derecha y varias esferas con esa misma niebla negra salieron de su cuerpo, logrando detener todas las explosiones de hielo, pero dejando el lugar bastante destrozado.
"Qué malnacidos" Tai observó su mano izquierda con el signo y apuntó hacia varios lados del lugar hasta que, en una pared, el signo expulsó mucha más niebla blanca. Luego la extendió y despedazó la pared, y el rollo levitó hasta llegar a su mano.
"?Perfecto!" Tai tomó impulso agachándose y luego saltó, atravesando el techo de la agencia. Pero afuera, tres caballeros y Ririam lo esperaban.
"?Ataquen!" gritó Ririam, y los 3 caballeros extendieron sus manos hacia Tai. Los tres lanzaron magia eléctrica, que, al impactar con Tai, hizo que una parte del techo se despedazara, dejando una cortina de humo. Luego, una canica negra cayó al suelo al lado de ellos y expulsó un gas negro.
Saltando del techo, salió Tai corriendo hacia la salida del reino. "?Jajaja, novatos!" Pero justo antes, recibió un golpe en el costado con un bastón, lo electrificó y lo hizo caer, soltando el rollo.
Ririam tomó el rollo y lo guardó en su abrigo. "Esto me lo quedo yo" Este tenía una máscara antigas de cristal que dejaba ver su boca; después, sacó otro objeto que absorbió todo el gas.
"Se?or Ririam, creo que... aspiramos un poco de gas", mencionó uno de los caballeros, que estaba arrodillado junto a otro.
Ririam, sin mover su mirada de Tai, dijo: "Retírense para que sean tratados, yo me encargaré".
"Yo me encuentro bien, se?or" mencionó uno de los caballeros, preparándose para pelear.
"No, ve con ellos. El gas podría ser muy venenoso. Aléjense de aquí y contacta apoyo" agregó Ririam mientras Tai se levantaba y se limpiaba la suciedad de su ropa.
"?Entendido!" El caballero ayudó a sus compa?eros y los tres se alejaron del lugar.
"Humm... tú eres uno de los ex-paladines que entró a mi escondite. Al parecer, te regresaron tu rango... Hubiera sido mejor para ti caer al suelo ?por el gas!" Tai creó una espada y dio un gran salto para luego chocar su espada con el bastón. Ririam presionó un botón del bastón y magia eléctrica comenzó a cubrir toda la espada. Rápidamente, Tai empujó su espada hacia abajo y luego la soltó para crear otra, pero Ririam tomó un dispositivo de su abrigo que empujó a Tai.
"No tengo tiempo para perder. ?Niebla oscura!" Tai tocó el suelo y una gran niebla se expandió en todo el lugar. Ririam, sin perder el tiempo, sacó un objeto con forma de cilindro de su abrigo y lo lanzó hacia arriba. Este objeto se quedó flotando, se abrió e iluminó todo el lugar. "Ahhh... tú eres de los tipos que pelean de una manera muy... no sé... ?cómo se diría...? ?sucia? Nah, solo sé que pelean así para compensar algo que no tienen" comentó con desprecio y confianza, haciendo algunos gestos de molestia con sus ojos.
Ririam y Tai corrieron el uno hacia el otro, chocando sus armas nuevamente a gran velocidad. Ririam giraba rápidamente el bastón para evitar algunos ataques que Tai hacía a gran velocidad. De pronto, Tai cubrió la espada de la niebla oscura y partió el bastón. Este explotó como si fuera una granada de luz... Sin rechistar, Ririam le dio un pu?etazo en el rostro, mandándolo a volar. Este logró frenarse clavando su espada en el suelo. "Es fuerte... pero es normal, es un paladín", pensó Tai, levantándose del suelo.
Luego, Ririam sacó una pistola y disparó una sola bala que se multiplicó en una gran cantidad. Tai mandó su espada, que también se multiplicó, creando varias chispas cuando chocaban con las balas. Ririam esquivaba todas las espadas y las tocaba con un solo dedo. Cada una se cubría de slime verde, evitando que pudieran moverse más.
"Qué molesto" Tai lanzó otra katana al cilindro de luz, destruyéndolo, y al instante Ririam lanzó otro y luego una granada que explotó simultáneamente en línea recta. Tai saltó hacia la derecha y corrió hacia Ririam, pero él lanzó otro objeto que creó dos columnas de hielo... Tai, con un ligero movimiento, partió ambas columnas y continuó su paso, hasta que Ririam dio un gran salto hacia atrás. Cuando Tai pasó por donde estaba Ririam, dos dispositivos salieron del suelo y atraparon a Tai, lanzándole slime.
Ririam se inclinó y tomó el rifle que tenía en su espalda. "?Goodbye!" La bala atravesó el estómago de Tai, pero este se desvaneció y, en el slime, solo había una espada... Ririam se levantó rápidamente y fue atravesado por la espalda al lado de la espina dorsal.
"?Para qué te mueves? Y... ?qué es eso de Goodbye? ?Es un nuevo idioma?" mencionó Tai con molestia, inclinando su cabeza a su izquierda. Ririam puso el ca?ón de su rifle hacia atrás, pero Tai lo agarró con su mano izquierda y lo dobló. "Se nota que te preparaste mucho, pero te hizo falta... Si me disculpas" Tai extendió su mano izquierda y el rollo salió del abrigo de Ririam, poniéndose en su mano.
Ririam tomó unos objetos diminutos con forma de truenos y uno redondo con su mano izquierda. "?No he terminado!" Luego tocó la espada que tenía atravesada y todo el cuerpo, excepto la cabeza de Tai, fue cubierta por el slime.
"Vaya ataque..." En el slime estaban los objetos que electrocutaron a Tai y este presionó el rollo con fuerza para evitar perderlo. Después, Ririam dio un salto hacia atrás y se sacó la katana, para luego partirla en dos con su rodilla.
Tai cubrió todo su cuerpo de la niebla oscura y todo el slime salió expulsado. "Mejor guardo esto", pensó mientras miraba a Ririam acomodar el ca?ón del rifle. Metió el rollo en su ropa, pero luego toda la niebla oscura estaba siendo apartada por una gran fuerza. Ririam se cubrió debido a que sentía una gran corriente de viento... Abriendo los ojos con sorpresa, hizo su cuerpo hacia atrás, extendiendo ambos brazos, y apareció Ann con su pie derecho extendido frente a él. Al instante, Tai creó otra espada para atacar a Ann, pero la gran corriente de viento amarillo que le seguía lo empujó... Al chocar, Ann su pie en el suelo, hizo que se agrietara muchísimo. Luego creó un tornado con el viento amarillo, atrapando a Tai y haciendo que diera vueltas a gran velocidad. Además, levantaba y destrozaba algunas ventanas de las casas, el slime en el suelo, algunos objetos, ladrillos y trozos de las columnas de hielo.
Tai, molesto de tanto girar, presionó sus manos y todo su cuerpo se cubrió de la niebla oscura. "?Ya... BASTA!" Para luego extenderlas y lanzar una gran cantidad de esferas de niebla oscura. Ante esto, Ann creó un escudo de viento amarillo que daba vueltas a gran velocidad, logrando detener las esferas que se dirigían hacia ella. Por otra parte, Ririam corrió mientras cubría su herida hasta el escudo, logrando evitar las esferas con agilidad a pesar de su herida.
Tai pasó la palma de su mano izquierda por toda la hoja de su espada, cubriéndola de una niebla blanca. "?Dimensión Fantasma!" Descendió rápidamente, presionando el mango de su espada con ambas manos y ensartándola en el suelo, creando un círculo con varios signos; de este salieron varios seres oscuros con formas bastante extra?as y anormales.
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"Es imposible que eso sea real", insinuó Ririam con calma mientras miraba con su francotirador.
"??Por qué no mejor te pones un parche?!", expresó Ann con preocupación al verlo calmado, a pesar de su herida. En un parpadeo, uno de los seres se dirigió hacia ellos, logrando atravesar el escudo de viento amarillo sin problemas... Ririam al instante lo golpeó con la culata del francotirador, derribándolo, para luego golpearlo constantemente con ella. "?Al parecer son reales!".
"?Jeh! Bueno, yo me voy", Tai dio la vuelta para escapar hacia la puerta del oeste, pero el gran robot de la mantis salió disparado, cayendo cerca de la puerta del oeste. "Debo salir de aquí de inmediato." Tai fue levantado nuevamente por el viento amarillo, junto con las sombras que había creado.
"Ay no... ?No otra vez!".
Ann creó otro tornado, más poderoso que el anterior. Esta vez, arrancaba el suelo, postes y puertas de las casas cercanas. "?No... Te irás!" gritó. Su cuerpo comenzó a flotar, envuelto en un aura amarilla que giraba como el mismo viento. En su rostro aparecieron tatuajes amarillos con forma de ráfagas de viento, que brillaban. Entonces, el tornado se volvió aún más rápido, desgarrando partes enteras de las casas a su alrededor.
Dentro del tornado, Tai giraba a gran velocidad, chocando con varias de las cosas que absorbía el tornado. "?De...monios!" Una de las sombras chocó con su cara. "?Aah, quítate!" La quitó de su rostro y la lanzó, pero otra chocó con su rostro nuevamente.
Ann giraba sus manos para mantener el tornado, luego extendió ambas manos hacia arriba y todo el tornado se volvió una gran ráfaga de viento que se dirigió hacia arriba. Ella, impulsándose con su magia, llegó más alto... La ráfaga estaba a punto de chocar con ella, pero con una vuelta de 360°, extendiendo ambas manos, hizo que toda la ráfaga regresara por donde vino, yendo a una mayor velocidad. "?Gran ráfaga amarilla!" Toda la ráfaga chocó con el suelo en la zona de autos, haciéndola pedazos... Y dejando un gran cráter; Ann usó más magia para evitar que su ataque destruyera más las casas cercanas.
Tai salió del cráter débil, pero eso no lo iba a detener. "Debo... Salir de aquí... Jamás había recibido un ataque así, tal vez debí usar mi magia de ilusión y dejar a ese tipo inmóvil" Unas cadenas de Gyverna dorada salieron disparadas entre la cortina de polvo, atrapando a Tai. "?Y esto?... ?No puedo romperlo!" A pesar de que Tai cubría su cuerpo con la niebla oscura, no lograba escapar.
"No te molestes, es Gyverna dorada de 160% de pureza, qué bueno que te acercaste a mí lo suficiente, así pude ponerte el rastreador", insinuó Ririam acercándose a Tai con Ann a su lado.
"?Cómo? ??Cómo es que no te afecta la herida que te hice?!" gritó molesto, tratando de escapar.
La imagen de Ririam desapareció, revelando que era un robot también. "He estado todo el tiempo a lo lejos. ?Pensaste que te dejaría ir? Desde el momento en el que decidiste venir por el rollo... Tú ya habías caído en mi trampa, pero sabes, qué extra?o que te dieras cuenta que teníamos el rollo hasta ahora, eres un descuidado" Nuevamente, el robot proyectó la imagen de Ririam.
"?Eres fascinante!" expresó Ann con una sonrisa en su rostro, dándole un abrazo.
"?Eso crees?" El cuerpo de Tai desprendió un aura blanca y este logró liberarse de las cadenas, luego comenzó a levitar mientras creaba una esfera blanca, su mascarilla salió volando, dejando ver las grietas blancas en sus mejillas. "?Habrán olvidado contarte esto!".
"Ririam..." Ann dio un paso atrás, temerosa al ver la magia blanca, pero vio que Ririam no tenía miedo alguno, ni por qué ella estaba ahí.
"Calma, Ann, debe ser magia de ilusión, atácalo, no pasará nada", mencionó Ririam con serenidad, manteniéndose inmóvil con los brazos cruzados.
A lo lejos, corriendo a toda velocidad hacia el oeste, estaba Xitlari. "?No! Debe ser un chiste... ?Si tiene magia blanca!"
"?De qué hablas?... No hay nada de magia blanca hacia allá", replicó el rinoceronte espiritual.
"?Qué?".
"?Será mejor que te cubras, maldito! Porque donde quiera que estés, esto te afectará ?A ti también!" gritó Tai con una sonrisa llena de locura. "?Veamos cómo queda tu noviecita, JaJaJaJa!" Las grietas en su rostro se volvieron más grandes y todo el suelo temblaba.
"Yo... No sé si pueda detener magia blanca", comentó Ann aterrada, dudando si hacerle caso a Ririam.
"No puede ser que él tenga una magia como esa... ?Tiene que ser una ilusión!" pensó, pero al ver cómo la esfera blanca se hacía más grande y el rostro de Tai se llenaba de más grietas, desactivó el robot. "?Vete Ann, hay que salir de aquí!" gritó el verdadero, saliendo de su escondite a lo lejos. Antes de que los dos se fueran, una voz a lo lejos los detuvo.
"?Esperen, es una ilusión!" gritó Xitlari, llegando al lugar y lanzando una de sus agujas eléctricas hacia Tai, que, al tocarlo, toda la supuesta magia blanca desapareció... Y solo se vio a él, flotando con una espada, aún con las cadenas de Gyverna dorada; en su mano tenía el rollo, al parecer le estaba atando algo, además, a su alrededor había varias espadas, preparadas para atacar.
"?Es muy tarde!" Tai lanzó el rollo y este iba a gran velocidad hacia la puerta oeste. Justo al instante, Tai mandó a todas las espadas hacia Ann, Ririam y Xitlari, pero sin ninguna dificultad, Ann las detuvo y las destruyó todas, generando presión con su magia. Ririam miró el rollo por su francotirador, pero simplemente no hizo nada y bajó del techo en el que estaba.
Corriendo a gran velocidad... A punto de alcanzar el rollo... Ahí estaba Reck, que, dando un gran salto, tomó el rollo, sin ningún esfuerzo.
"Tantos paladines para nada, ni crean que podrán alcanzar esa cosa... ?Jah! Ni crean que sacarán información de mí ?Ni aunque me quiebren las piernas!" mencionó con confianza, volteando a ver el rollo; sus ojos se abrieron por la sorpresa de ver que alguien había logrado tomar el rollo en marcha. "No... No puede ser".
Xitlari tomó las cadenas de Gyverna dorada y las jaló con todas sus fuerzas. "?Baja... DE AHí!" Tai chocó con el suelo, dejando una gran marca por el impacto, que levantó más polvo y peque?os escombros.
"Esa tipa... Es muy... Fuerte..." pensó mientras sus ojos se iban cerrando poco a poco. "Te fallé... padre".
*Palacio Del Rey - Sala De Reuniones*
Todos los que venían de la iglesia estaban saliendo de la sala. El último en salir fue Louis y el líder del cabello largo amarillo (líder Llowe).
"Tienes todo mi apoyo, no me decepciones, eh... Tengo muchas expectativas. ?Sigue adelante!" comentó el líder Llowe antes de separarse de Louis. "?Oh, hola, paladína Lin!" Luego de su saludo, se retiró junto con los demás.
"?Hijo! ?Qué pasó? ?Te prohibieron estar aquí?" preguntó Lin con preocupación, acercándose a Louis.
"Todo bien, madre, pero... de ahora en adelante debo pedir permiso a la iglesia si quiero trasladarme a otro reino. Además, parece que siempre tendré un paladín cuidándome en cada reino al que vaya, menos Alahead", respondió Louis, un poco aliviado de que terminara todo.
"Ay, hijo... Lamento que sea así" dijo con amor, tocando su mejilla con su mano derecha.
"Está bien, si eso los tranquiliza, lo haré... Les mostraré que soy diferente y que seré un gran paladín" expresó con determinación, presionando su pu?o derecho.
"?Así se habla! Ven, vamos afuera a hablar, quiero que me cuentes cómo te ha ido estando aquí", exclamó con emoción, dirigiéndose al patio del palacio.
"Claro, te contaré" Louis siguió a su madre y comenzó a contarle todo, desde que llegó a Ystir. "Apenas llegué, iba a buscar un lugar para dormir, pero nadie quería aceptar mi dinero".
"??En serio!? ??Hasta el oro!?".
"Sí, hasta el oro".
*Sala De Resguardo*
La sala de resguardo era una sala gigantesca. Había una cantidad masiva de habitaciones, en las cuales se hospedarían hasta ocho personas por sala. Estas salas estaban acondicionadas con comida, una cocina, dos ba?os y un cuarto con ocho camas. Esta zona fue construida hace varios a?os por el rey Shane como método para prevenir muertes de los ciudadanos de Ystir en las guerras o alguna otra emergencia.
A las afueras del palacio, la mayoría de las personas habían sido reunidas luego de que Tai había sido capturado.
"?Ciudadanos! Ya hemos terminado. Les pido, por favor, que se preparen. Todos ustedes se quedarán aquí en el palacio mientras esperan que la guerra acabe. Aquí serán tratados de la manera correcta. Tendrán unos días para estar en el reino, pero luego cerraremos todas las entradas. Les pido que se apresuren y regresen aquí nuevamente luego de que recojan lo que les haya faltado traer de sus hogares o que terminen algún asunto que deban tratar", Mei hablaba por un megáfono mágico. Este era de color crema y tenía una gema por dentro. Ella tenía al lado al príncipe Lue y cuatro caballeros.
"?Queremos saber dónde! ??Está el rey Jens!?" gritó uno, mientras algunos gritaban apoyándolo.
"?Sí! ?Y por qué de pronto hay una guerra? ??Con quién?!" comentó otro, y todos lo apoyaron para recibir las respuestas.
"??Es por eso que ya han venido dos veces de la iglesia!?" insinuó una mujer con un sombrero con un lazo y un vestido azul.
"??De qué hablas, mujer!? La primera vez era para sacar a ese demonio del reino", respondió un hombre de cabello blanco que usaba un traje elegante y un bastón dorado.
"?No lo llames así! él es un paladín", gritó Marti molesto junto a su familia.
"?Eres un vendido!" agregó otro.
"?Vendido tu madre!" respondió Marti aún más molesto, siendo detenido por su esposa e hijo para que no peleara.
"??Cómo dices, desgraciado?!" El hombre estaba cerca de golpear a Marti, pero fue detenido por los demás ciudadanos.
"?Basta! El conde Jens no dio más que problemas. Hace más de un mes que el reino fue amenazado, pero el conde Jens ni se enteraba. Ahora yo seré el rey como corresponde y tendré como consejera a la paladína Mei Teews", exclamó el príncipe Lue con autoridad y rigidez, con un tono levemente agresivo.
Ante las palabras del príncipe, todos murmuraban sin parar, dudando de si él podía con esto por su temprana edad.
"Cómo es posible que alguien tan joven pueda con esto". "Es una locura". "El reino caerá en la ruina", comentaron algunos.
"Si no cayó en la ruina con el conde Jens, con nosotros no lo hará" respondió el príncipe.
La gente seguía con dudas ante todo lo que fue revelado de golpe. "?De qué habla?". "El conde Jens hizo un gran trabajo". "?Cómo podría usted hacerlo mejor que él sin su experiencia?".
"?El conde Jens era un fraude!... Robaba al reino, y todo el tiempo que él estuvo en el trono, no hizo nada... Como sabrán, varios paladines habíamos perdido nuestro estatus... y la única razón fue por el conde Jens, pues a él no le agradaba que no siguiéramos sus órdenes. Hoy, el sacerdote Yang se presentó junto a varios líderes y una paladína para confirmar esto, y ahora el conde Jens será llevado a prisión".
Todas las personas estaban sorprendidas ante la revelación. Algunos no lo creían y hasta se miraban molestos.
"?No puede ser cierto! él construyó el escudo". "Pero es verdad, la prueba está en cómo algunos precios han aumentado". "Sigo sin poder creerlo", dijeron otros. "?Es pura tontería!".
A lo lejos, una persona se alzó con magia de tierra. Este cruzaba sus brazos y llamó la atención de todos. Usaba un chaleco marrón con adornos de color dorado, además de una camisa de manga larga de color azul grisáceo y pantalones rojo oscuro. Sus ojos y cabello eran color café. "?Ya basta con el conde Jens! Si trató de robarle al reino, ya fue detenido. Hay algo más importante de qué hablar, y es cómo permiten que un demonio que podría destruir el reino ande por ahí".
"Sí, tiene razón. Esa cosa podría acabar con el reino". "Ni llegaríamos a la guerra" agregaron otros.
"?Déjenlo en paz! él me entrega varias cosas en mi biblioteca. Nunca ha hecho nada malo, es un gran persona, ?hasta lo considero mi amigo!" gritó Amelia con sus brazos cruzados, mientras la gente se alejaba para que pudieran verla.
"?Claro que sí! él me salvó a mí y a mi hijo de un hombre lobo cuando las barreras de las cosechas dejaron de funcionar", gritó Mari con su bebé en brazos, mientras todos se apartaban de ella para escucharla y verla bien.
"?No solo eso! El chico ayudó cuando los prisioneros escaparon del castillo, seguro por culpa de Jens, que tanto alabaron en el pasado" mencionó un ciudadano de piel oscura que llevaba una vestimenta de herrero.
"?él es un buen chico! Me entrega los paquetes que pido, es muy amable y gentil. ?No es alguien malo!" comentó una mujer con una gorra roja, una camisa de botones y un pantalón negro.
"?Confirmo totalmente!" a?adió un hombre de cabello largo que usaba lentes, una gorra gris y camisa de botones.
"?Es verdad, el chico es muy tranquilo!" A?adió la mujer con 6 ni?os y con su ser mágico de tierra a su lado.
Mei fijó su mirada en el hombre que se alzó con magia de tierra. "?Se?or, dígame! ?Usted ha visto al paladín Louis lastimar a alguien? ?Hacer algo ilegal? ?Usar su magia indebidamente? ?Destruir parte del reino? O ?siquiera acercarse a usted?" exclamó, un poco molesta por el comentario del hombre. Este se quedó en silencio ante la respuesta y bajó de la columna de tierra. "No sean ilusos, él es un paladín, solo ha venido a ayudar a este reino, deberían estar agradecidos" Estas palabras lograron hacer que los ciudadanos se tranquilizaran con respecto a Louis, pero igualmente había una ligera duda y negación de parte de ellos.
"?Y si él atacara el reino? ?Tienen medidas para prevenir un desastre?" mencionó un hombre alto y recio que usaba un traje para herrería.
"El paladín Louis tiene el permiso de la iglesia. ?En serio creen que la iglesia permitiría andar a una persona con una magia así por los reinos si no estuvieran seguros? Hay unas cosas que aclarar sobre el paladín Louis, pues parece que algunos tienen una idea errónea, y no solo con él, pues hay otras personas más que pronto serán paladines también, pero son muy maltratados a pesar de haber estado en este reino desde peque?os. Aun así, se han mantenido firmes para lograr ser unos paladines como yo. Ya es hora de dejar el pasado atrás. Sé que la guerra que pasó con los hombres lobo de un pelaje los tiene en constante preocupación ante lo diferente, pero no todo lo diferente es malo. Incluso el rey Shane se los dijo, pero no escuchan. Vean a mi hada, Clara. ?Creen que ella podría hacer da?o a este reino por ser diferente?" Mei mantuvo su voz dulce y suave para convencer a la gente, mostrándoles a Clara, la cual comenzó a volar con emoción frente a ella. Todas las personas se miraban entre sí y comentaban sobre esto. Algunos estaban más convencidos, pero otros no podían aceptar nada y simplemente dieron la vuelta para recoger lo que habían olvidado en sus hogares.
"?Confiaremos en sus palabras, paladina Mei! Espero tenga razón..." dijo el hombre de la magia de tierra, para que luego todos dieran la vuelta a buscar sus cosas. También otros entraban al palacio para ir a su hogar temporal.
"No estuvo tan mal, creo..." insinuó Mei, apartando el megáfono mágico de su boca.
"Esperemos que con esto pare ese rechazo un poco" El príncipe miraba fijamente a las personas caminar hacia sus casas con una ligera preocupación. "Espero no decepcionarte, padre", pensó, levantando su mirada al cielo.
"?Mei!" gritó Mern, corriendo junto a Mark hacia ella, mientras cargaba algo que parecía un brazo en su mano derecha.
"?Qué pasó? ?Todo bien en el este?" preguntó Mei, acercándose a ellos junto al príncipe.
"Hemos descubierto algo extra?o", mencionó Mark, levantando su mano derecha con su dedo índice extendido.
"Quería que lo vieras tú misma... Al parecer, todos los hombres de Zthur eran robots. Mira, este es un brazo de uno de ellos" respondió Mern, mostrándole el brazo de arriba hacia abajo.
Luego de analizar el brazo, Mei estaba convencida de quién era el responsable. "Demasiado real... Solo una persona podría hacer un robot así... Blackyn Renog, o... conocido como el Se?or Oscuro, un aficionado en la robótica".
"Si está con Zthur, la pelea será aún más difícil. Deberías informarle al sacerdote antes de que se vaya", exclamó Mern. Luego lanzó el brazo hacia uno de los caballeros que estaban atrás en la entrada al palacio. "?Oye! Lleva esto al centro de investigación, por favor".
"?Sí, se?or!" respondió el caballero, retirándose del lugar con el brazo.
"?Holaaaaa!" gritó Ann con una sonrisa en su rostro, mientras llevaba a los demás en nubes amarillas. "?Misión cumplida!" Todos bajaron de las nubes, cayendo al suelo sin problemas.
"Al final, la magia blanca sí era una ilusión", comentó Ririam con seriedad y tranquilidad.
"Ya lo suponía, era imposible que tuviera una magia como esa, estaría en los registros" dijo Mei con alivio y una ligera sonrisa en su rostro.
"?Ya te contaron que todos eran robots?" preguntó Ann con alegría.
"Sí, ya estoy informada" respondió Mei.
"Llevaré a este tipo al confinamiento mágico", mencionó Reck, dirigiéndose al palacio, cargando a Tai en su hombro.
Ann tomó a Ririam del brazo. "Nosotros iremos a ver el palacio y arreglar cualquier desorden que haya hecho el conde", y se dirigió al palacio con emoción y una sonrisa, mientras que Ririam solo tenía una expresión de molestia. "No hagas esa cara".
Xitlari se acercó a Mei, con dudas en su cabeza. "?Todavía... debo esperar?".
"Sí, todavía, pero ya tienes un rango superior. ?Un mes más y serás una paladín!" respondió Mei, tratando de animarla.
"?No te decepcionaré!" Xitlari chocó su pu?o superior derecho en su pecho y luego se dirigió al palacio también.
Luego de que Xitlari se alejara lo suficiente, Mern dijo: "?Crees que esté lista?".
Mei tuvo un ligero momento de silencio mientras miraba a Xitlari caminando, bastante detrás de Ririam y Ann. "Lo descubriremos con lo que se acerca".
*Patio del Palacio*
"?Aaaawww! ??En serio te gusta alguien!? ?Cómo es? ?Tiene el cabello largo? ?Es más alta que yo...? ?Recuerda que primero es el matrimonio!" expresó con emoción y seriedad en su última oración.
"Mamá... baja la voz. Creo que ya regresaron de la misión. Si te escucha decir eso, creo que... me dejará de hablar", insinuó Louis con cautela, mientras miraba a su alrededor por si alguien estuviera cerca.
Con un suspiro de sorpresa, Lin tomó a Louis por los hombros y lo sacudió. "?Es una paladín! ?No me digas que es la de cabello amarillo! ?O la de los mechones rojizos?".
"?Mamá, por favor!" dijo Louis, sonrojándose y mirando a su alrededor con aún más cautela y nerviosismo.
"Ooohh... Es la alta, ?verdad? Uy, hijo, no sabía que te gustaban altas" mencionó, tapando su boca con su mano derecha para luego golpearlo con su codo levemente en el pecho.
"?Por favor, YA!" gritó Louis, aún más sonrojado.
"Uy, perdón, jeje..." Lin abrazó a Louis con calidez. "Me alegra que aquí puedas ser feliz... No tienes que regresar si no quieres".
Un poco sorprendido, Louis abrazó fuerte a su madre y respondió: "Algún día tendré que hacerlo".
"?Louis!" A lo lejos estaba el profesor Maxwell, quien se acercó a ellos dos.
Escuchando su nombre, Louis volteó. "?Profesor! Ehm... Ella es mi madre, Lin Keeper".
"Mucho gusto y gracias por ser el primero en aceptar a mi hijo" Lin estrechó la mano del profesor Maxwell y bajó la cabeza en se?al de respeto.
"Fue un gran placer. Es un gran chico, con un gran potencial", comentó con sinceridad para luego soltar la mano de Lin. "Ya veo quién le ense?ó tan buenos modales".
Lin sonrió por el halago. "Muchas gracias, espero que no haya sido una carga".
"Bueno... Tal vez un poco", respondió, dirigiendo su mirada a Louis mientras tocaba su barba.
"?Eh? ??En serio!?" expresó Louis con sorpresa.
"Jajaja, no, es una broma".
"Ah, ya..." De pronto, Louis recordó algo que debía hacer. "?Ah! Ahora que recuerdo... ?Trajeron todas mis cosas?".
"Sí, están en la habitación número 6 del tercer piso", respondió, se?alando el tercer piso con su mano robótica.
"Qué bien" Louis comenzó a correr hacia el tercer piso. "?Quédense aquí! Regreso en un momento".
"?No corras en un palacio ajeno!" replicó Lin mientras lo miraba irse y bajar la velocidad.
Lin entornó los ojos y los dirigió al profesor; su mirada brilló como si hubiera activado un plan oculto. "Dígame todo lo que sabe".
"?Lo que... sé?" repitió el profesor, sorprendido.
Mientras tanto, Mei había encontrado al sacerdote Yang y a los demás, quienes ya se estaban retirando a su carruaje.
"?Sacerdote, espere!" gritó Mei, corriendo hacia ellos junto al príncipe, Mern y Mark.
"?Qué pasa?" El sacerdote Yang detuvo su paso y puso su mirada en ella.
Poniéndose firme, Mei contestó: "Debo informarle. Han encontrado los escondites de los hombres de Zthur, pero todos eran robots, con muchísimos detalles".
"?Robots detallados...?" El sacerdote puso su mano derecha en su barbilla, pensando sobre quién pudo ser. "Blackyn, ?cierto?".
"Es lo más probable. El único humano es el hijo de Yeynos, quien se hace llamar Tai. Esta es la persona de la que le hablamos, que tenía magia blanca, pero al final, era solo una ilusión".
Mientras hablaba, Clara se acercó a los líderes y a Gladys, saludándolos con entusiasmo.
"Me alegra escuchar eso. Infórmame de cualquier cosa nueva que descubran. Lastimosamente debemos irnos, pues hay problemas en el reino de Mordigan". Luego de esto, el sacerdote Yang continuó hacia el carruaje junto a los demás.
"Mordigan... ?Qué pasará por allá?" insinuó Mei con curiosidad.
"Me imagino que más cosas del sacerdote Krief. ?Quieren ir a comer algo?" comentó Mern, poniendo su mano en los hombros del príncipe Liu y Mei.
"A mí me encantaría, y aprovechando, me cuentan qué fue lo que estuvieron haciendo todo este tiempo" exclamó el príncipe con una sonrisa.
"?Qué buena idea!" dijo Mark, y todos se dirigieron al palacio mientras el carruaje de la iglesia salía por la entrada.
Dentro del palacio, Louis estaba regresando al patio luego de lograr encontrar su habitación, pues se perdió un poco.
"Ahora debo acostumbrarme a este palacio también... Sería vergonzoso que me perdiera aquí también. Qué bueno que había caballeros para indicarme dónde estaba" pensó Louis mientras corría con un frasco, una botella metálica y una tarjeta entre sus manos.
Llegando al patio, Louis bajó su velocidad y vio al profesor Maxwell hablando con su madre.
"Así que sabe todo eso... Espero no lo inquiete" Estas palabras se pudieron escuchar mientras Louis se acercaba a ellos.
"Mamá, quiero mostrarte esto" Louis extendió su brazo con el que sujetaba el frasco que tenía un líquido celeste.
"?Qué es eso?" preguntó, extra?ada, moviendo levemente su cabeza hacia la derecha.
"Es un líquido que vuelve las cosas más peque?as, desarrollado por un hombre llamado Donquichua" respondió el profesor Maxwell mientras Louis quitaba su katana de su cintura.
"?En serio? Increíble... ?Es un nuevo tipo de magia?" Lin se acercó a Louis para ver mejor el efecto.
"Es una poción mágica, pero no es un nuevo tipo de magia" agregó el profesor Maxwell acercándose también.
Louis derramó un poco de líquido en su katana y esta se encogió.
"?Whoa! ?Cómo crearon algo así?" dijo con sorpresa, iluminándose sus ojos. "Todo sigue avanzando" pensó.
"?Podrías llevártelo? Donquichua me pidió que le hablara al rey sobre esto. ?Podrías hacerlo por mí? Por favor" preguntó Louis, tapando el frasco y entregándoselo a Lin junto a la tarjeta.
"Claro, no hay problema, pero... ?Cómo regresan las cosas a la normalidad?" respondió, tomando el frasco y guardando la tarjeta en su armadura.
Louis abrió la botella metálica y dejó caer un poco de agua en su katana, y esta retomó su tama?o.
"?Con agua? ?Qué increíble!. Donquichua debe ser un genio" mencionó Lin, acercando el frasco a sus ojos para ver el líquido.
"Ejem... Es un principiante. Yo podría hacer esa poción si quisiera" El profesor comenzó a hacer que su brazo mecánico hiciera varias cosas para llamar la atención de Lin.
"Pero qué poco humilde..." pensó Louis con sospecha, cerrando un poco sus ojos y fijando su mirada en el profesor.
"Ver esto me recuerda a lo que encontramos en el reino. Es una gran fuente de energía" exclamó Lin.
"?En serio? ?Qué clase de energía es?" El profesor se acercó interesado, tocándose la barba con su brazo mecánico.
"No sé mucho, pero recordar eso también me recuerda que debo regresar al reino. Ya tengo que irme" Lin miró a Louis con pesar; quería quedarse más tiempo con su hijo.
"Está bien, mamá. Entiendo que debas irte... Pero no creas que no volveré" Esas palabras apaciguaron a Lin, haciéndole soltar una lágrima, que se quitó al instante con su mano.
Ya en la entrada del palacio, Louis junto al profesor Maxwell se despedían de Lin.
"Cuide de él, por favor" mencionó Lin, bajando totalmente su cabeza.
"Mamá...".
"Jajaja, no es un ni?o, paladín Lin. él puede cuidarse solo" dijo entre risas, cruzando sus brazos.
Louis se acercó a ella dándole un último abrazo.
"Recuerda hacer tus oraciones... No debes alejarte de Dios" susurró Lin mientras seguía abrazando a Louis con más fuerza.
"Lo intentaré..." respondió con un suspiro, sin mucha convicción.
"Adiós" Lin se alejó de Louis y subió a su carruaje, y el conductor puso en marcha a los caballos metálicos. "?Di todo lo que sientes cuando te declares!" gritó Lin sacando su cabeza por la ventana del carruaje.
Louis puso ambas manos en su rostro sonrojado. "No... Mamá, ?por qué?".
"?Te gusta alguien? ?Por qué no me lo dijiste?" preguntó el profesor con una sonrisa en sus labios.
"Me daba pena... Le dije a ella por accidente" respondió, aún cubriendo su rostro.
"Jajajaja, que no te dé pena, es algo natural. Ven, vamos a buscar a Mei" expresó con felicidad y naturalidad, dándose la vuelta para entrar al palacio nuevamente. Louis lo siguió, quitando sus manos de su rostro.
"?Sabías que en el siguiente mes se podrá ver un meteorito pasar por la Tierra?" comentó el profesor, logrando que Louis perdiera su sonrojo, emocionándolo.
"??En serio?! ??Y se podrá ver desde aquí?!" expresó con entusiasmo mientras entraban al palacio.
"Claro que podremos verlo desde aquí" contestó, alegre por la actitud de Louis.
"?Qué increíble!. La última vez que vi uno, tuve que cargarlo hasta un volcán".
El profesor se quedó en silencio mientras seguían avanzando dentro del palacio. "?En serio?".
"Sí, era parte de mi entrenamiento".
*Este De Las Tierras De Lyran*
A muchísimos kilómetros de distancia del reino de Ystir... estaba un lugar muy resguardado; aquí había fábricas que creaban varias piezas de color negro, de diferentes tama?os y formas. Este lugar también tenía un castillo antiguo, hecho de roca, y una gran cantidad de tiendas gigantes a su alrededor.
Dentro del castillo, en una sala con una mesa antigua y varios asientos, yacían Yeynos y el se?or oscuro... Ambos observaban una silueta de gran estatura. Su cuerpo parecía humano, pero casi translúcido, cubierto por una capa de energía oscura y rojiza, pudiéndose ver su cuello, abdomen y parte de sus brazos. Su cabello oscuro y puntiagudo se alzaba hacia atrás, pero con destellos que parecían mezclarse con tonos azules y rojizos debido a la energía que emanaba de su cuerpo. Su rostro era igual que su piel; no tenía boca o nariz, solamente dos ojos rojos. Usaba una capa de guerra que dejaba descubierto su abdomen marcado, además, parecía que la ropa se había fusionado con él, era como si estuviera hecha de un material corroído. Usaba guanteletes que cubrían toda su mano y la mitad de sus antebrazos. Parecía que sus piernas estaban cubiertas por un pantalón negro y sus pies por zapatos también negros. Usaba una capa de cintura con un cinturón encima de ella. Su cuerpo generaba una especie de fragmentos de color oscuro que se separaban de él y luego desaparecían; eran como las llamas del fuego cuando se separan y se extinguen al instante.
"Empiezan las complicaciones... Tai y todas las máquinas que estaban en el reino eran una buena carta, lástima que también perdimos el rollo" Zthur miraba afuera del castillo, pues frente a él estaba un balcón. Su voz era grave, suave y controlada, también con un ligero eco.
"Iré a buscarlo, te aseguro que arreglaré todo esto", mencionó Yeynos, levantándose de la silla.
"Por supuesto, es tu hijo, no te voy a prohibir nada, pero ten cuidado, perder tu carta también... sería desastroso" Zthur tomó asiento y barajó unas cartas que parecían tener imágenes de varias personas. "Pero espero que ahora entiendas por qué no quiero que tus hombres sepan nada del plan, son los más débiles y una tortura los hará hablar".
"Igualmente... es como si no les tuviera confianza, ellos son... mi pueblo", exclamó Yeynos.
"Te daré el crédito de que Tryl y Jori no eran de tu aldea, pero... así me ense?ó Mortikal a hacer las cosas y así las ejecutaré... ve y salva a tu hijo" Con sus últimas palabras, Yeynos se retiró del lugar sin ninguna palabra más.
Yeynos levantó su cabeza hacia el se?or oscuro y, a pesar de que este no tenía ojos, el se?or oscuro sabía que lo podía ver. "Renog, acompa?a a Yeynos y ayúdalo en todo lo que puedas, también aprovecha para visitar el campamento de los hombres lobo, para saber si aceptan la oferta".
"?Por qué yo? ?Por qué otra vez nos juntas a nosotros? Sabes que no nos llevamos bien y fingir estar tranquilo no me agrada", expresó el se?or oscuro, disgustado, sentándose horizontalmente en su silla.
"Me imagino que les ayuda a llevarse mejor; no lo arruines, controla ese genio tuyo, por favor", comentó con respeto mientras seguía barajando las cartas.
"Lo intentaré, pero no te prometo nada" El se?or oscuro se levantó y salió de la sala para seguir a Yeynos.
"Perfecto... pronto el reino de Ystir se convertirá en ruinas, y así estaré un paso más cerca de cumplir mi misión" dijo Zthur mientras colocaba las cartas en un orden específico sobre la mesa. "Estos humanos... necesitan ver la realidad, no crean que alguno se salvará... perdón, Yeynos... haré lo mejor posible" Luego de terminar de ordenar las cartas, Zthur se levantó de golpe, tirando la silla y colocando sus manos en la mesa con fuerza. "?Los de arriba caerán y los de abajo se alzarán! ?Mordigan... tú serás el SIGUIENTE!".
Fin del capítulo