Una nueva ma?ana despuntaba, y el sol empezaba a asomar sus primeros rayos sobre el horizonte. Los pájaros cantaban melodías alegres, llenando el aire con su música. La luz dorada se filtraba a través de las hojas de los árboles, creando sombras danzantes en el suelo.
Dentro de una habitación del palacio, la luz del sol iluminaba la figura de Mei, que descansaba plácidamente en su cama. Su cabello morado, corto hasta el cuello, se encontraba un poco desarreglado, esparciéndose sobre la almohada. Su respiración era lenta y regular, indicando un sue?o profundo y tranquilo.
En un peque?o mueble al lado de Mei, se encontraba Clara; dormía en una diminuta cama especialmente hecha para ella. Ella brillaba ligeramente con la luz que se colaba por la ventana, reflejando peque?os destellos de colores. Clara se movía de vez en cuando, emitiendo un suave zumbido mientras so?aba.
De repente, Mei murmuró suavemente, con una voz adormecida y dulce: "Tal vez... soy muy vieja para ti" Un momento de silencio siguió a sus palabras, roto solo por el canto de los pájaros.
De pronto, una alarma sonó, llenando la habitación con su agudo timbre. Mei abrió los ojos de golpe, parpadeando mientras se desperezaba. Clara, también despertada por el ruido, empezó a volar y se puso cerca de Mei.
"Buenos días, Clara, ?dormiste bien?" Mientras Mei se estiraba, Clara respondió frotándose dulcemente contra su mejilla. "Debemos prepararnos, hoy podría ser el día." Mei se levantó de la cama y fue directo a tomar una ducha. Se puso su chaqueta de cuero rosa sobre su camisa negra de cuello alto, sus botas rosa y pantalón negro. Colocó sus pendientes y un collar. Por último, tomó su cimitarra rosa y salió de su habitación con Clara volando en su hombro.
Luego, en otra habitación, ella se quedó parada en la entrada... entrecerró los ojos, sin sorpresa alguna, al ver a Mern durmiendo aún. "?Mern, despierta!" Ella se acercó y lo sacudió un poco sin respuesta; entonces le jaló la oreja.
"Ay... dos horas más..." Mern, aún desorientado por el sue?o, se dio la vuelta ignorando a Mei totalmente.
Ella lo miró con molestia y levantó su mano un poco, y creó varias mariposas doradas. Luego chasqueó los dedos y todas explotaron a la vez, haciendo que Mern se cayera de la cama del susto. "?Aah! ??Ya nos atacan?!" Mern se quitó la sábana de la cara y restregó sus ojos.
"Bien, ahora prepárate" Mei se sentó en una silla que estaba cerca de la puerta y cruzó sus piernas.
Luego de unos minutos, ambos caminaban por un pasillo, aunque Mern lucía aún con un ligero sue?o y tenía su abrigo en su hombro izquierdo. "Quería dormir más porque ayer no dormí bien... 'bostezo'... lo siento".
"Está bien, y no te preocupes, con ocho horas estás bien", dijo Mei comprensivamente. "Tengo que hablar con Louis... espero que esté listo para esto".
Mern se puso su abrigo y estiró sus brazos. "Recuerda que tiene un trauma, jamás aceptará matar. Además, el juramento que hizo como Keeper es no matar a sus enemigos. Mejor que solo detenga la lava y ya".
"Tienes razón... 'suspiro'... igualmente necesito hablar con él, pero no responde las llamadas, iré a su cuarto" Mei comenzó a caminar más rápido y Mern la siguió.
Ambos llegaron hasta la habitación de Louis, pero no estaba. "No está..." Mei abrió la puerta con el número 5. "Ni Jonathan... eso solo quiere decir una cosa" Mei sacó su comunicador de su chaqueta y comenzó a marcar.
"Están en el oeste, ?no? Con el proyecto", mencionó Mern mientras cerraba ambas puertas.
"?Jonathan! ?Está Louis contigo?... Cuando regresen, dile que me busque, quiero hablar con él sobre algo muy importante... Bien, gracias" Mei colgó la llamada y guardó el comunicador. "Bueno, ?quieres ir a desayunar?".
"Por supuesto" Mern extendió su mano y esperó la respuesta de Mei.
Ella retorció los ojos con una sonrisa y le dio su mano. "?Por qué te gusta tanto que vayamos de la mano?".
"Me agrada, así todos pueden ver nuestra relación", respondió Mern mientras caminaban tomados de la mano.
"Pero todos ya saben que somos pareja..." dijo Mei un poco confundida.
"Lo sé, pero me gusta".
En la zona oeste, en un almacén subterráneo, se encontraban Louis y el profesor Maxwell; caminaban por un pasillo estrecho.
"?Pasó algo, profesor?" preguntó Louis mientras caminaba con el profesor por el pasillo.
"Mei dice que quiere hablar contigo, cuando terminemos aquí la buscarás", respondió el profesor guardando el comunicador.
Finalmente, habían llegado al lugar donde el profesor trabajaba en su proyecto. El lugar era muy espacioso y tenía unas escaleras metálicas para bajar, por donde venían el profesor y Louis. "Claro, lo haré... ?No puede ser!" Louis corrió con emoción. En el lugar se escuchaban sonidos de soldadura, martillazos y máquinas cortando metal. "??Este es su proyecto?!" El proyecto no era más que un robot gigante; este tenía la cámara de control en el pecho. Sus piernas tenían tres dedos metálicos, dos adelante y uno atrás, en lo que debería ser el tobillo, pero para nada parecido al de los humanos. El brazo que ya estaba conectado era largo y las manos tenían igual tres dedos, pero estos sí tenían parentesco con los de los humanos. La cabeza era cuadrada y tenía varios agujeros en la espalda.
El profesor estaba sorprendido de ver al grupo de Nila trabajando tan temprano en el robot. "Sí, he trabajado muchísimo en él... ?Nila! ?Qué pasa aquí? ?Acaso no durmieron?".
"?Claro que sí! Dormimos aquí, para empezar temprano y terminar lo antes posible", respondió Nila con mucha energía y emoción desde la parte de abajo. Ella trabajaba en una pieza cilíndrica en una mesa metálica que tenía varias herramientas en cajas de metal.
"Ja, ja, ja, ja... me gusta tu estilo, pero recuerda que sin mí no podrán armarlo correctamente" Los dedos del brazo mecánico del profesor se convirtieron en varias herramientas.
"?Claro, se?or!" Ella notó la presencia de Louis. "?Paladín Louis! Un gusto verlo nuevamente".
"?El gusto es mío!" Louis bajó con el profesor las escaleras hacia el lugar de trabajo.
Llegando con Nila, el profesor se arremangó la manga de su brazo izquierdo. "Déjame a mí esto y prepara el núcleo" Nila, sin nada más que decir, se dirigió a una habitación donde estaba una gran batería conectada a unos cables para dirigir la energía a una esfera plateada y con líneas amarillas.
"?Qué increíble! Y... ??quién manejará el robot!?" preguntó Louis mientras el profesor trabajaba en la pieza que estaba en la mesa.
El profesor se quedó un momento en silencio y contestó a la pregunta. "Yo... yo lo manejaré".
"?Qué...? Pero... con algo tan grande será totalmente el blanco del enemigo" La emoción de Louis se convirtió en preocupación y temor.
"Es la idea... el robot tendrá sus propios escudos para evitar ataques, no creas que no pensé en todo" El profesor hablaba sin perder la vista en la pieza en la que trabajaba.
"Pero...".
El profesor volteó por un momento, notando la expresión de miedo y ansiedad que invadía a Louis. "?Jah! ?Estás preocupado por mí? Estaré bien, además soy el único que puede manejarlo. Preocúpate por los demás, yo ya viví mi vida".
"Igualmente me preocupa, usted... es muy importante para mí", expresó Louis con la mirada al suelo. Sus palabras eran sinceras, además se notaba el temor en ellas.
El profesor volteó por un momento y luego continuó trabajando en la pieza. "Ja, ja, ja... te encari?as muy rápido. Evita eso, la gente muere...".
"Usted fue la primera persona que me aceptó después de tantos a?os. Me dio un lugar donde dormir... me ayudó a cambiar, a mejorar... a aprender cosas que jamás entendería... Además... suena como si supiera que morirá" Cada momento, recuerdo con el profesor Maxwell, pasaba por la cabeza de Louis... El miedo y la preocupación estaban totalmente en él.
El profesor dio la vuelta y se acercó a él, puso ambas manos en los hombros de Louis. "Cálmate... yo no moriré. Me gustaría ense?arte más cosas y también crear nuevas máquinas y objetos que puedan ayudar a las personas".
"Eso suena bien", insinuó Louis con una peque?a sonrisa.
El profesor regresó a trabajar en la pieza. "Quiero preguntarte algo... ?Tú odias tu magia?".
Louis se quedó pensativo por unos segundos, hasta que encontró la respuesta correcta. "Jamás pensé algo así... al instante que escuché la pregunta, solo se venía a mí una cosa... Es una maldición, que seguirá da?ándome por siempre".
"Uhh, ya veo... ?Sabías que una de las razones por las que dejé que te quedaras fue por tu magia?" Esto tomó por sorpresa a Louis. "Cuando despertaste dos días después de pelear con Yeynos, te aseguro que si no tenías magia de lava, te hubiese dejado irte" Louis no tenía ni una palabra que decir. Su cabeza principalmente le decía que su padre murió por esa magia; él no podía verla de otro modo más que una maldición. "Influyó mucho que tuvieras magia de lava, así que... no pienses que tu magia es una maldición. úsala de manera correcta y seguirá dándote más cosas buenas. Lo que pasó hace a?os no fue tu culpa, en esos tiempos no se habían descubierto las catástrofes mágicas. Obtuviste un poder así por una razón; luego de todo esto, continúa para descubrir cuál es esa razón. Además, otro consejo... si quieres controlarla mejor, hazte una con ella, diviértete usándola, pero con prudencia".
Los ojos de Louis se iluminaron y se abrieron levemente junto con su boca... como si hubiera tenido una revelación que nunca había experimentado, ni siquiera en sus seis a?os de entrenamiento con Rei. "Iré... a caminar por ahí".
"Claro ?pero cuidado con tocar!" exclamó mientras levantaba la pieza para ver si estaba pareja de ambos lados.
De ese gran y espacioso lugar... nos dirigimos a otro no muy lejos... un bosque cercano a Ystir.
*Bosque Negro - Campamento De Los Hombres Lobo*
En el campamento de los hombres lobo... cada uno de ellos estaba reunido, había una gran multitud de unos 360 hombres lobo, tanto machos como hembras, todos observaban a Gilbred, quien tenía dos cajas grandes a su izquierda y derecha; atrás de estas estaban tres hombres lobo con el pelaje ya de color morado, pero sus ojos no eran morados. Apartado de ellos se encontraba Yeynos, quien estaba recostado en un árbol, atento a lo que diría.
"20 a?os para ustedes... 230 para mí... 230 a?os llenos de experiencias y golpes que simplemente aumentaron mi convicción... para que los hombres lobo como nosotros regresen a la cima. Muchos no querían esperar y se fueron de boca... retrasando nuestros planes, pero fue muy beneficioso en parte, pudimos obtener más armamento, más fuerza, más hombres y ahora... ?más poder!" Gilbred abrió las dos cajas y mostró una dosis del suero del Plumorium. "Con esto se volverán aún más fuertes y podremos atacar Ystir ?de una vez por todas!" Gilbred levantó ambas cajas y las puso frente a su gente. Cada uno de ellos se iba acercando para tomar una dosis.
"Hoy, nos enfrentaremos a un desafío que definirá nuestro futuro. Durante demasiado tiempo, hemos sido marginados y perseguidos, tratados como monstruos en lugar de los poderosos guerreros que somos. Pero eso cambiará hoy. Nosotros no somos simplemente hombres lobo. Somos la encarnación de la furia y la libertad, somos espíritus indomables", mientras hablaba, cada hombre lobo se iba inyectando el Plumorium, que tornaba cualquier pelaje en morado. No importaba si era café, negro, marrón o verde oscuro, la transformación no podía ser detenida.
"Hoy, rompemos esas barreras. Hoy, mostramos al mundo que no pueden encadenarnos. Nos infiltraremos, superaremos sus defensas y tomaremos ?el reino! Todo aquel que intente detenernos la pagará caro, incluso los traidores de nuestra misma raza, que se creen mejores por tener dos colores en su pelaje." Los ojos de ellos no cambiaban de color, pero cada uno de ellos tomaba una mayor musculatura, los que parecían ancianos rejuvenecían y los jóvenes se volvían más altos.
"No estamos aquí solo por la conquista; estamos aquí por nuestra supervivencia, por nuestra dignidad. Luchamos no solo por nosotros, sino por nuestros hijos y por el legado de nuestra especie." Cada uno de los hombres lobo se había inyectado el suero del Plumorium, estaban listos para la guerra.
"?Lobos, levantémonos! ?Avancemos con la furia de la luna llena y reclamemos la victoria!" Gilbred terminó su discurso con una mirada intensa y feroz, sus ojos brillando con determinación.
Los hombres lobo rugieron al unísono como si una chispa hubiera encendido un fuego. Sus voces profundas y poderosas resonaron, llenas de fervor y resolución.
"?Por la manada!" gritaron varios, sus ojos brillaban con la misma intensidad que los de Gilbred.
"?Por nuestro futuro!", a?adieron otros, levantando sus armas al cielo.
"?A LA BATALLA!", exclamó uno de los líderes, y su llamado fue seguido por un coro de aullidos que hicieron eco en el bosque, sellando su juramento de lealtad y determinación.
Con cada palabra y grito, la manada de hombres lobo se llenaba de una energía inquebrantable, lista para enfrentar el desafío que estaba más cerca que nunca. Cada hombre lobo tomaba sus armas, armamento y llevaban algunos objetos en carretas de madera.
"Ya veremos de lo que son capaces", pensó Yeynos, acercándose a Gilbred.
Antes de que Yeynos estuviera al frente, Gilbred guardó la dosis que había mostrado en su abrigo. "Debemos llegar antes que ellos... ?Qué tan rápido eres?" preguntó Gilbred mientras los hombres lobo se separaban en tres grupos.
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"Lo suficiente como para dejarlos atrás", respondió Yeynos, mientras acomodaba su katana que estaba en su cintura.
"Jah, quiero ver eso ?Vamos!" Gilbred comenzó a correr en cuatro patas junto a los tres hombres lobo que estaban con él, en dirección a Ystir, con gran velocidad. Yeynos no se quedó atrás, logrando igualar su velocidad, mientras corría y saltaba por los árboles.
*Reino De Ystir - Palacio Del Rey*
En una sala de entrenamiento blindada se encontraba Mei y Mern, viendo por una ventana de cristal mágico. Se escuchaban varios disparos, magias de distintos tipos y dos personas que estaban dando un gran rendimiento.
"?Vamos, esfuércense más! Si tanto quieren pelear en esta guerra, deberán mostrarme que pueden con esto" Mei observaba a Yina y Jayden entrenar en una cámara de simulación que creaba una atmósfera realista de una guerra.
"Lo están haciendo bien, a pesar de que llevan bastante sin practicar", mencionó Mern mientras jugaba con su magia haciendo que una esfera de Gyverna tomara varias formas como el cuadrado, triángulo y rectángulo. "?Los dejarás?".
"Obviamente que no, apenas tienen 16 a?os", contestó Mei al instante, cruzando sus brazos. "Dejé que hicieran la simulación para quitarles la idea, pero igualmente no los dejaré".
"Claro... ?Qué le dirías a los padres si algo les pasa?" Mern lucía triste, solo recuerdos llegaron a su mente al terminar esa pregunta, pero esos recuerdos fueron interrumpidos por la alarma del reino.
Al instante, una especie de estática recorrió el cuerpo de Mei y Mern. "?Salgan ahora, diríjanse a sus habitaciones!" gritó Mei. Ella salió corriendo junto a Mern, dejando a Jayden y Yina atrás.
"??Din, qué tantos ves?!" Mei corría a gran velocidad junto a Mern por los pasillos y también con Clara en su hombro, mientras hablaba por un comunicador.
"Más o menos... unas 100 personas en el este, oeste y sur, por el norte no viene nadie... ?No puede ser! Mei, ?ninguno es humano!" exclamó Din desde la torre de vigilancia del reino. Estaba sentado mientras miraba con unos binoculares que estaban conectados con varios tubos dorados. él usaba una ropa de ingeniero, con hombreras y mu?equeras metálicas. Su cabello era café, sus ojos de color negro y tenía unas gafas de ingeniería encima de una bandana roja entre su frente.
"??Qué!? ?Todos a sus puestos! Din, ?qué quieres decir con eso?" Mei continuaba avanzando y dando aviso a todos. Mern se desvió y tomó otra ruta, dejando a Mei sola, mientras se dirigía afuera.
Din continuaba viendo por los binoculares para conseguir más información. "?Todos son hombres lobo! Y su pelaje es morado ?Todos tienen pelaje morado!".
"Pelaje morado... ?No ves a Blackyn? ?A Yeynos? ?A Zthur?" Mei había llegado a una sala donde varios caballeros se preparaban para salir a la batalla.
"Para nada, no reconozco a ninguno, y yo nunca vi a Zthur", respondió, levantándose de la silla y tomando un megáfono mágico.
"Bien, entonces prosigue con el plan", Mei cortó la llamada. "?Qué es esto? ?Es una trampa?... Zthur..." Mei tomó una esfera azulada y comenzó a tomar equipamiento de una pared que estaba repleta de estos.
"?Es hora de comenzar! ?Todos, preparen los ca?ones de plasma y los muros eléctricos!" gritó Din a través de un megáfono mágico.
Varios ca?ones de plasma plateados salían de los muros consecutivamente, estos apuntaban a los hombres lobo y comenzaban a cargar energía. Varios muros eléctricos se levantaron del suelo en cada dirección por la que venía el enemigo. Además, varios caballeros comenzaban a instalar detrás de los muros eléctricos más armamento y puestos de enfermería, al arrojar un poco de agua en cubos diminutos.
"?Tanques, al frente!" gritaron los hombres lobo que comandaban a cada grupo que se acercaba al reino. Estos se podían diferenciar por el brazalete plateado que llevaban en el hombro.
Muchos hombres lobo con armaduras plateadas que brillaban como arcoíris se pusieron al frente de todos sus compa?eros, para recibir los disparos de los ca?ones.
"Maldición, creo que me arrepiento de elegir este puesto", dijo uno de los hombres lobo con la armadura. Sus nervios eran evidentes, temblaba y sudaba por lo que estaba a punto de pasar.
"No tengas miedo, no te pasará nada...", comentó uno de sus compa?eros, tratando de tranquilizarlo.
"?Preparados! ??Pero qué!?" Din se sorprendió al ver a los hombres que avanzaban al frente, a través de los binoculares. "?Será que...? No... es imposible ?Apunten a los de atrás! y... ?FUEGO!"
"?Adelante, activen sus armaduras!" mencionaron los jefes lobo, mientras los otros preparaban todo su armamento.
Los disparos de plasma salieron a toda velocidad como un gran rayo de luz blanco y azulado. Al casi impactar las armaduras, estas parecían crear un escudo bastante grande que absorbió los rayos de plasma sin problemas. Había cuatro hombres lobo con armaduras plateadas en cada grupo del este, sur y oeste.
"?No...! ?Sí son armaduras Tletaticas! ?Sigan disparando para que no avancen!" Din tomó su comunicador al instante. "?Mei! Los lobos poseen armaduras Tletaticas, cuatro en cada dirección, excepto norte. Estas armaduras fueron dise?adas para contrarrestar cualquier tipo de energía" Din comenzó a buscar un libro en una estantería vieja.
"??Cómo es eso posible!? ??De dónde sacaron eso!?" Mei estaba frente a varios caballeros, mientras que Xitlari estaba sentada en el suelo, reuniendo magia estritual. Algunos caballeros miraban perplejos a Xitlari sin saber lo que hacía. Además, Mei usaba una armadura plateada, pero se notaba su camisa de cuello alto que estaba por dentro de la armadura.
"No tengo idea... Se supone que esas armaduras fueron destruidas totalmente por Glaryon en la Edad Antigua", contestó Din, mientras revisaba un libro con varios apuntes. "Hay que evitar usar magia de tipo puro o de cualquier tipo de energía".
"Entendido. ?Todos! Prepárense y eviten usar magia pura o de energía; usen las armas elementales los que tengan armaduras plateadas. Cuando lleguemos a las puertas usen la magia de apoyo. ?Ahora, adelante!" Todos los caballeros y las máquinas de guerra comenzaron a avanzar hacia el oeste, perfectamente preparados para la batalla. "Informaré a los demás por el comunicador".
*Reino de Ystir - Zona Este*
Un gran grupo de caballeros, con sus máquinas de guerra, avanzaban hacia el este a gran velocidad; a la cabeza de ellos estaban Ririam, Ann y Kassie. Ririam revisó el comunicador, mientras continuaba avanzando.
"?Pasó algo?", preguntó Ann, al verlo muy atento al comunicador.
"Al parecer, el enemigo posee una armadura antigua que es muy buena contra la magia pura y de energía" Ririam guardó el comunicador. "Cuando lleguemos a las puertas, les informaremos a todos de esto".
"Bien, como tú digas" Ann usaba un abrigo amarillo con varias estrellas en la espalda, su camisa de cuello alto, su pantalón rosado y botas amarillas. Tenía su cabello en una trenza y una espada en su cintura. Kassie, por su parte, vestía igual que en la misión de encontrar el oro robado por Jens. Ella lucía un poco nerviosa, con una expresión de preocupación.
*Reino de Ystir - Puerta Oeste*
En el oeste, todos los caballeros y máquinas de guerra estaban llegando a la puerta oeste, ya preparándose para salir a la batalla. Reck revisó su comunicador al escucharlo pitar dos veces.
"?Caballeros! Prepárense para defender a su reino. No usen magia pura o de energía en los enemigos con armadura plateada; procuren usar magia elemental, magia de estado o atacarlos cuerpo a cuerpo. No dejaremos que destruyan todo lo que hemos logrado y no dejaremos ?que ninguno pase!" Reck levantó su mano al cielo al pronunciar su última frase, con firmeza, decisión y con una mirada que infundía valor a sus tropas.
"?Estás lista, hermana?", preguntó Caspian, mientras tomaba su forma de tigre. Empu?aba su mazo de guerra, y su ropa se adaptó perfectamente a su nueva forma, aunque no tenía zapatos. Su estatura pasó de 174 cm a 200 cm.
"Por supuesto. ?Crees que tengo miedo?", contestó Blanca, para luego transformarse. Su estatura pasó de 171 cm a 192 cm de altura. Usaba brazales de plata y una armadura de plata que se adaptó a su nueva forma sin problemas. Su cabello estaba recogido en una mo?a y tampoco usaba zapatos. Tenía un cinturón con varios bolsillos y su cola rodeó su cintura.
"Claro, casi lo olvido..." Caspian hizo que su cola rodeara su cintura y además su voz se volvió más grave.
Con un suspiro de sorpresa, Blanca se dio la vuelta con timidez. "?Louis! ??Qué haces aquí!?" Louis estaba saliendo de un agujero, luego de lanzar una tapa de metal que cubría este.
Caspian levantó una ceja al ver la reacción de su hermana y luego dirigió su mirada a Louis. "?Deberías estar en el centro del reino!" Blanca corrió a esconderse detrás de una casa.
Reck se acercó al escuchar el alboroto. "?Y tú de dónde saliste?", mencionó un poco sorprendido y con una ligera sonrisa en su rostro, mientras empu?aba su espada. Este usaba su armadura de siempre, con sus hombreras doradas y también unas botas metálicas.
"Estaba con el profesor Maxwell, se?or, y esta era la mejor forma de llegar más rápido a mi posición", contestó Louis con seriedad y firmeza.
"Okay, corre al centro del reino y espera el aviso". Antes de que Louis se fuera, Reck puso su mano derecha en el hombro de Louis y le dio una sonrisa llena de confianza. "?Contamos contigo!".
"?Gracias, se?or!" Louis comenzó a correr hacia el centro del reino. "?No lo decepcionaré!".
Blanca se asomó poco a poco. "?Ya se fue?".
Caspian la miró con los ojos entrecerrados por unos segundos. "Sí, ya se fue...".
*Zona Noroeste - Bajo el suelo*
En la parte de abajo del reino, Yeynos, Gilbred y tres hombres lobo caminaban por un túnel. Gilbred estaba a la cabeza; tenía en sus manos una especie de taladro peque?o que creaba una esfera plateada alrededor de ellos, que los dejaba avanzar sin problemas.
"?De dónde sacas estos objetos? Jamás escuché de ninguno de ellos", preguntó Yeynos, caminando con normalidad detrás de ellos.
"Muchos a?os de recolección de objetos raros y antiguos. Pensaba usar varios de estos, pero los materiales para crearlos dejaron de existir. Solo uno logré crear. En la Edad Antigua se usaban para evitar ser detectados por usuarios de magia de tierra u otros sistemas", contestó Gilbred, concentrado en seguir avanzando y en mantener el taladro en correcta posición.
"Sí que tienes muchas cosas de la Edad Antigua..." agregó Yeynos.
Finalmente, Gilbred levantó el taladro y todos salieron del suelo sin problemas.
"Perfecto, ahora..." Gilbred y sus compa?eros lobo se pusieron una máscara que los hizo parecer humanos de avanzada edad. "?Qué tal nos vemos?".
Yeynos movió su cabeza hacia ellos. "?Es alguna clase de chiste?", exclamó con serenidad, para luego tocar la palma de su mano, la cual tenía un signo de color negro que expulsaba una ligera niebla.
Ambas cejas se levantaron por un milisegundo, como si algo le hiciera clic en la mente. "Ah, claro... Perdón, olvidé que eras ciego".
"Se ve bien, se?or", comentó uno de los hombres lobo.
"Bueno, aquí nos separamos. Ve a hacer un estruendo en el centro del reino y yo iré a buscar a mi hijo al palacio", mencionó Yeynos, listo para lo que ocurriera.
"?Espera! Ve con Yeynos y sigue todas sus órdenes" Gilbred tomó el hombro de uno de sus compa?eros y lo empujó levemente.
"?Entendido!", respondió el lobo sin ninguna queja.
Gilbred se dirigió junto a sus compa?eros hacia el centro del reino. Yeynos y el otro hombre lobo se dirigieron hacia el palacio a gran velocidad, pero evitando hacer mucho ruido.
"Espero que no haya muchos guardias en el palacio" Al instante que dijo esto, un gran estruendo se escuchó en dirección al palacio.
*Reino De Ystir - Afueras Del Palacio*
A las afueras del palacio, Mern estaba usando una gran cantidad de magia, creando un escudo de Gyverna dorada que cubrió todo el palacio.
"Debo hacerlo lo más fuerte posible, pero sin quedarme sin magia", pensó Mern, esforzándose en crear una Gyverna dorada muy pura.
"Bien hecho. Debe ser cansado crear una barrera de tanta pureza. Para mí esto es pan comido" Rays extendió sus manos y varias enredaderas salieron de ellas, cubriendo todo el escudo de Gyverna dorada.
Mern sacó su comunicador. "Ya está asegurado el palacio, todos los caballeros asignados en sus posiciones y Jayden y Yina no salieron afuera".
"Bien hecho. Cualquier cosa, te informaré", dijo Mei a través del comunicador.
"?Entendido!" Mern tomó una expresión llena de preocupación y temor. "Mei... Cuídate, por favor... Te amo".
"Estaré bien... Yo también te amo..." Mei cortó la llamada y se comunicó nuevamente con Din. "Ya es hora. ?Abre las puertas y activa el escudo!".
"Entendido. ?Alto al fuego!" Gritó Din a través del megáfono mágico y después abrió las puertas del reino, tocando un botón de un panel que estaba en la torre de vigilancia.
Las puertas del este, oeste y sur fueron abiertas y todos los caballeros, máquinas de guerra y paladines avanzaron y tomaron sus posiciones.
Mientras seguían posicionándose, Mei vio a los hombres lobo preparados para la batalla. "?No ves nada sospechoso, Din? ?El ataque de lava tal vez?".
"Para nada, todo se ve bien... Extra?amente bien", respondió Din, observando cuidadosamente por los binoculares.
Mei lucía preocupada y pensativa, luego vio a Xitlari que estaba calentando. Ella tenía una armadura como la de Reck en todo el torso, además tenía guantes blancos en sus cuatro manos; el resto era la ropa que usaba siempre. "?Xitlari! Mantente alerta, cualquier cosa... Ataca con tu magia sin rechistar".
"?Por supuesto!" asintió Xitlari con una aura azul que desprendían sus cuatro brazos.
"Esperemos que este no sea tu último día en la tierra" comentó el búho espiritual con tranquilidad en el hombro de Xitlari.
Ella lo miró por un segundo y luego regresó su mirada hacia el campo de batalla. "Yo también".
Din presionó otro botón y un gran escudo de color violeta comenzó a cubrir todo el reino, evitando que nadie pudiera salir o entrar.
La batalla se desató a plena luz del día.
Las máquinas de guerra avanzaban, disparando proyectiles con magia elemental que buscaban someter a los hombres lobo y cualquier avance. En cambio, los hombres lobo comenzaron a hacer grandes hoyos para evitar los ataques; otros lanzaron unos objetos rectangulares de color rojo. Al impactar con el suelo, se crearon varios escudos que detenían sin problemas los ataques de las máquinas de guerra. Además, las máquinas de guerra se veían da?adas por cada ataque que atinaban a los escudos.
"?Alto al fuego!" gritó Mei y todas las máquinas de guerra pararon el ataque. "Din, ?qué pasa ahora?".
"Ehm, veamos... Escudos Jhotlyn, poseen gran resistencia y todo el da?o recibido lo regresan en un 30 % al objeto o persona que causa el da?o... La mejor forma de destruirlos es dando un golpe lo suficientemente fuerte y no recibirá nada de da?o al destruirlo" respondió Din mientras revisaba su libro.
"Entendido, informa a los demás... ?Será que quieren que me acerque para tomarme desprevenida?" Mei analizaba la situación con cautela... Hasta que una idea pasó por su cabeza. "Din, los escudos se desgastan, ?no?".
"En cierto tiempo dejarán de funcionar si reciben varios ataques" Din seguía buscando más libros en la estantería; tenían bastante polvo.
"Informa a todos que usen diez máquinas de guerra para atacar consecutivamente para desgastar sus escudos, no importa si las máquinas se destruyen" Mei se dirigió con los controladores de las máquinas de guerra que estaban detrás de los muros eléctricos. "?Diez máquinas de guerra dispararán consecutivamente, no importa si se destruyen!".
"?Entendido!" respondieron los controladores. Las diez máquinas de guerra se pusieron frente a las demás y comenzaron a atacar los escudos Jhotlyn. Por cada disparo, las máquinas de guerra se iban da?ando considerablemente; pandeando el metal, recibiendo abolladuras y explotando las ruedas de estas.
*Reino de Ystir - Centro del Reino - Minutos antes*
"Ya estamos aquí... Así que ahora solo tenemos que causar un poco de ruido... ?Eh? ?Pero qué demonios!" Gilbred se vio sorprendido al ver el gran escudo cubriendo el reino completamente. "Malditos presumidos".
"?Oigan! ??Qué hacen aquí!?" Al ver las apariencias de ellos, Louis se acercó sin ninguna precaución. "?Deberían estar en el palacio! ?Se perdieron? Los llevaré rápido hasta allá" él pasó al lado de ellos. "Creo que puedo cargarlos a todos".
"Mirá, mirá... Es nuestro día de suerte, sin duda la victoria es nuestra" susurró Gilbred mientras sonreía sádicamente con ese rostro decrépito y dulce.
El comunicador de Louis sonó y él lo contestó rápidamente. "?Kassie?..." Al instante, Gilbred tomó el comunicador y le dio un pu?etazo a Louis que lo hizo retroceder.
"??Por qué hizo eso!?" Gilbred destrozó el comunicador y miró a Louis con una sonrisa macabra.
"Mira que yo pensé que todos los humanos inútiles estarían en sus casas... Tenía ganas de hacer una matanza, pero encontrarme a ti aquí es mucho mejor para mí" Gilbred y sus compa?eros se quitaron la máscara, revelando su verdadera forma.
Los ojos y la boca de Louis se abrieron por la revelación. "?Cómo?... ?Cómo es que entraron?" pensó Louis.
"Era justamente a ti al que quería encontrarme después de regresarle el favor a él..." Gilbred hizo unas se?ales con sus manos para que sus compa?eros no se metieran. "Si te derroto, la victoria es totalmente nuestra..." Louis dirigió su mano izquierda a su katana en su cintura. "?Me recuerdas? Soy aquel hombre lobo que humillaste en la cosecha del este".
"Tú... ?Cómo es que sobreviviste a esa caída?... A juzgar por tu apariencia, seguramente esa aura debió ser la razón. ?Jeh! Desperdiciaste una oportunidad, ?para esto? ?Crees que un nerosma vale la pena?" Louis comenzó a tomar una ligera distancia, rodeando a Gilbred.
"?Nerosma?... Oh, claro, ustedes creen que Zthur está atacando ahora mismo... Entonces... ?Esta guerra sería inesperada?" Gilbred también comenzó a rodear a Louis, mientras que sus compa?eros tomaron su distancia.
"?Tú no estás con él? Entonces será mucho más fácil para nosotros vencerlos" Louis se detuvo y se paró firme, listo para la pelea.
Gilbred frunció el ce?o, visiblemente molesto por el comentario, y dejó escapar una mueca de enojo. "?Ustedes! No dejen que nadie se acerque, no quiero que interrumpan esto" Los dos hombres lobo subieron a lo alto de un edificio para vigilar que nadie viniera. "Derrotarte a ti nos dará la victoria".
"?A mí? ?Crees que soy el más peligroso por mi magia?... Cualquiera de los otros paladines es más fuerte que yo, pero... ?No pasarás de mí!" Louis desenvainó ligeramente su katana, y una llama brotó del filo. Levantó el pu?o y miró a Gilbred con una expresión seria y lista para todo.
Gilbred sacó la dosis de plumorium que había guardado y la inyectó en su brazo, para luego destrozarla y tirarla al suelo. "Es solo por precaución, no quiero problemas con su magia".
Ambos se miraron fijamente durante unos segundos. Luego... ?Salieron a la carga! Con un gran impulso, chocaron: garras contra katana. A gran velocidad, siguieron intercambiando ataques, provocando chispas y el sonido metálico de los choques resonando en el lugar. Entonces, con un veloz movimiento ?Louis cortó el pecho de Gilbred!. él presionó su mano derecha soportando el dolor, pero al instante la herida se cerró, sorprendiendo a Louis.
Sin perder el tiempo, Gilbred le dio una patada en la nuca, sujetó la katana, soportando lo caliente que estaba, y le conectó un pu?etazo en el estómago que lo lanzó lejos.
"?Sin armas, tu fuerza..." Gilbred lanzó la katana lejos, y esta quedó clavada en el suelo, aún al rojo vivo. "Contra la mía!".
Gilbred corrió en cuatro patas hacia Louis, dio un salto y extendió su brazo derecho para lanzar un potente ataque. Louis esquivó con un salto lateral, y el golpe de Gilbred destrozó parte del suelo, levantando varios escombros. Aprovechando la abertura, Louis se impulsó arrodillándose y le atinó un pu?etazo en el estómago, seguido de otro en la quijada que lo levantó hacia arriba. Después, Louis saltó y le dio una patada que lo estrelló con el suelo, destrozándolo aún más. Sin perder tiempo, al aterrizar, Louis extendió ambas manos y creó una gran capa de lava con temperatura moderada que cayó sobre Gilbred. Louis solidificó la lava, formando una especie de ataúd para contenerlo dentro.
"?Jefe!" Los compa?eros de Gilbred se dirigieron a su rescate. Louis los vio acercarse y sus manos se cubrieron de lava.
"?No!" Las garras de Gilbred atravesaron el ataúd de lava y él comenzó a salir de este con varias quemaduras que se iban regenerando. "?Les dije... que no se METIERAN!" Esto tomó por sorpresa a Louis; no podía creer que alguien soportara su ataque y menos verlo sin ninguna quemadura o herida.
"?Cómo es que se está regenerando tan rápido? ?Es un tipo de magia? Sé que los hombres lobo tienen una buena regeneración, pero no una mágica como la mía" pensó Louis, dando algunos pasos atrás para tener tiempo para pensar. "No me dejará escapar para poder avisar a Mern, pero estoy seguro que ya se dio cuenta con el gran alboroto que hicimos aquí" Louis miró su katana a varios metros de distancia. "No debí soltarla, pero me dio un buen golpe... Debo recuperarla".
Gilbred golpeó el suelo con furia, destrozándolo y levantando algunos escombros. "La magia... ?La magia es basura... Enfréntate a mí, sin ella!".
"?Por qué haría eso? ?Es una estupidez!" Luego de escuchar la respuesta, Gilbred se?aló a los lobos para que se alejaran. "?Estás frustrado porque no puedes vencerme con tu nueva forma? Cuando vas a tener una revancha con alguien, no debes pensar que solo tú mejoraste".
"?Tú... maldito! ?Crees que puedes ense?arme algo a mí? ?Solo eres un ni?o!" gritó Gilbred furioso, abalanzándose sobre Louis y tratando de cortarlo con sus garras. Louis esquivaba con agilidad, mientras las garras de Gilbred dejaban profundas marcas en el suelo. "?No tienes ni la mitad de mi edad! ??Qué vas a saber tú?!" Gilbred atacó con ambas garras directo al rostro de Louis, pero este lo detuvo, sujetándole los antebrazos.
Ambos forcejearon y parecía que Gilbred estaba ganando... hasta que Louis comenzó a quemar sus brazos con su magia. Gilbred gritó de agonía, y en un último esfuerzo, le dio una patada en el estómago, logrando que lo soltara. Sus brazos comenzaron a regenerarse, pero dejando cicatrices.
"Regeneró eso también... ?Qué demonios pasa aquí? Además, siento que se está haciendo más fuerte" pensó Louis, recuperándose de la patada.
"Maldición... si esto sigue así, tendré que usar el Clasty... ?Por qué está tan tranquilo y concentrado? Se supone que la maldición debía destruir su mente... ?Acaso se libró de ella? Si es así, tendré que volver a ponérsela y rápido" pensó Gilbred, y después hizo que sus garras se hicieran más grandes y negras. "No puedo arriesgarme a perder esta oportunidad" Gilbred notó que sus dos compa?eros ya no estaban observando la pelea. "Sí, ya tengo poco tiempo".
Gilbred corrió hacia Louis y comenzó a lanzar varios ataques desenfrenados y bruscos, pero Louis no tenía ningún problema en esquivarlos.
"No peleas de manera correcta, solo buscas acertar un golpe y ?ya!" Louis logró darle un derechazo, pero Gilbred se enfureció aún más.
"?Ya me tienes harto!" Con una ligera embestida, Gilbred tomó del cuello a Louis y lo estrelló contra el suelo, haciendo un agujero en el suelo. Luego, con su otra mano, rasgu?ó toda la cara de Louis, haciéndolo quejarse del dolor. Sin pensarlo, Louis lanzó lava al rostro de Gilbred, y este lo soltó y comenzó a retorcerse en el suelo tratando de quitarla con sus manos.
Louis rodó por el suelo para alejarse y, al ver cómo estaba Gilbred, un escalofrío y miedo pasó por su cuerpo. "No..." Louis extendió su brazo derecho e hizo que la lava se solidificara por completo, mientras desaparecía el rasgu?o en su rostro. Gilbred se arrancó la roca de su cara, y esta... estaba en carne viva y muy quemada, pero rápidamente su rostro se regeneró y hasta el pelaje le volvió a crecer, incluso en sus brazos. "Tú... ?Qué fue lo que hiciste para tener esa regeneración?" mencionó mientras se levantaba del suelo, sorprendido por la escena.
"?Estás sorprendido? Tú también puedes hacerlo ?con tu basura de magia! Ya tuve suficiente..." Gilbred sacó un objeto de su abrigo; el abrigo estaba bastante quemado por el ataque de Louis. "Pensé que no necesitaría gastar este objeto, pero se me acaba el tiempo" Levantó el objeto, y este generó una onda de sonido muy aguda.
Louis cubrió sus brazos de lava, pero la lava desapareció al instante. "?Qué? ?Cómo es que?" Louis trató nuevamente de usar su magia, pero nada salía de sus manos.
Gilbred comenzó a sonreír y guardó el objeto en su abrigo. "Es un objeto de la Edad Antigua, y me permite quitarte tu magia por unos minutos. Esta vez será diferente... te derrotaré y ?haré que este mundo le tema a mi raza nuevamente! Ja, ja, ja, ja, claro que sí... Ya solo quedas tú..." Gilbred extendió ambos brazos, mostrando sus garras negras, y sonrió... Sus colmillos eran enormes y su mirada era terrorífica.
Fin del capítulo